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PAISAJES CULTURALES
31 octobre 2019

INTRODUCCION Con este blog dedicado a los

INTRODUCCION

Con este blog dedicado a los Paisajes Culturales, mi intención es generar un espacio donde se reciban diversas publicaciones de nivel académico sobre el tema, que, al momento, por diversas razones, no hayan sido publicadas en papel o se hayan archivado sin poder ser leídas por los especialistas en el tema o por el público interesado.  Es decir, ofrecer la posibilidad a los lectores de acceder a material inédito y a los investigadores a difundir sus trabajos.

Por lo anterior, invitamos a los colegas a mandar sus publicaciones, junto a sus datos personales y currículo para que luego de ser analizadas por un asesor externo, a designar en cada caso, se publiquen aquí.

Hasta el momento de la publicación, todos los datos se mantendrán en reserva. Sólo los conocerán el editor externo y yo, en mi carácter de iniciadora y directora del blog.

No hay limitaciones para los textos ni fotos, solamente que, por el momento, las publicaciones se restringen al idioma español, al francés y al inglés.

En la labor ejercida como Docente de Investigación y Cátedra, - desarrollada en el Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República, Uruguay, comencé a partir de 1985 un trabajo sobre los espacios abiertos, públicos y privados, en especial los ajardinados, en el Uruguay.

Debido a importantes archivos encontrados, dicha investigación se fue centrando en los técnicos franceses actuantes a partir de 1850 hasta 1950, edad de oro para el ajardinamiento urbano y rural.

La citada investigación fue la primera de carácter académico en el País. Cuando en 1997 me retiré del Instituto de Historia, continué trabajando a nivel personal y en otras instituciones públicas y privadas, como apoyo de cursos, conferencias y presentaciones a congresos y seminarios.  La continuidad mencionada se desarrolló en la Multiversidad Franciscana de América Latina, auspiciada por la Universidad Pontificia de Roma.

También tuve la oportunidad de gestar el inicio de los primeros cursos sobre Historia de los espacios verdes en el Uruguay, y asimismo, los primeros sobre la Historia Universal de los jardines, ambos dictados en la Escuela de Jardinería Municipal, dependiente del Municipio de Montevideo.

La invitación queda hecha, espero vuestras contribuciones.

Margarita Montañez

Contacto: ossimon@adinet.com.uy

 

 CURRICULO

MARGARITA  MONTAÑEZ

Arquitecta y Paisajista

Docencia e investigación

 Cargos y responsabilidades ejercidos su trayectoria profesional

  • Miembro Votante por Uruguay – Internacional Scientific Committee of Cultural Landscapes (ISCCL) – ICOMOS/IFLA.
  • Fundadora y 1º Presidenta, durante 7 años - Asociación Uruguaya de Arquitectura de Paisaje (AUDADP) Montevideo – URUGUAY – (Miembro de IFLA).
  • Miembro por invitación -  Asociación Latinoamericana de Paisaje (ULAP).
  • Vice Presidente – Comisión del Gobierno Municipal de la ciudad de Montevideo para la Conservación del Paisaje Patrimonial Urbano. (Comisión Especial Permanente de Carrasco y Punta Gorda – CEP) Montevideo – URUGUAY.
  • Delegada de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay en la Comisión Especial Permanente (CEP) de la Ciudad Vieja.
  • Fundadora y Coordinadora de la Comisión Asesora de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay sobre Paisaje y Ambiente - Montevideo – URUGUAY.
  • Tesorera como miembro del Comité Directivo de ICOMOS – URUGUAY.
  • Integrante del Colegio de Jurados de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) 2003.
  • Coordinadora de IFLA –LAS AMERICAS - Cultural Landscape Committee for South America.
  • Coordinadora Sub Regional IFLA/ las Américas, para América del Sur, del Comité de Paisajes Culturales - IFLA.
  • Miembro académico y docente del Instituto Universitario BIOS (IUB) – Montevideo – URUGUAY.
  • Miembro de la Association Edouard André – France.
  • Miembro del Comité Editorial Externo del LINTA (Laboratorio de Investigaciones del Territorio y del Ambiente) La Plata –  Argentina.
  • Miembro de Honor y Colaboradora del Comité Uruguay de la Asociación Latinoamericana de Diseño.
  • Miembro por Uruguay del Cultural Landscape Working Group -IFLA / ICOMOS.

 

Estudios y Títulos

  • 1963 – Título de Arquitecta – Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo – Universidad de la República – MontevideoUruguay.
  • 1965 / 67 – Formación docente de Cátedra y de Investigación - Instituto de Historia de la Arquitectura – Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo – Universidad de la República – Montevideo - Uruguay.
  • 1963 / 65 – Cursos de Licenciatura de Historia – Facultad de Humanidades – Universidad de la República - Uruguay:  Metodología de la Investigación – Ciencias Auxiliares de la Historia – Teoría de la Historia – Filosofía de la Historia - Historia del Uruguay.
  • 1983 – Curso de Metodología del proyecto paisajístico – docente: arquitecta paisajista Rosa Grena Kliass (Brasil).
  • 1984 / 86 – Título de Egresada - Escuela de Jardinería Municipal – Intendencia Municipal de Montevideo – Uruguay
  • 1986 – Curso de Flora indígena – Jardín Botánico – Intendencia Municipal de Montevideo - Uruguay
  • Co-organizadora y alumna de los Cursos del Prof. Daniel Vidart sobre Educación Ambiental – Multiversidad Franciscana de América Latina – Montevideo - Uruguay.

Actividades docentes

  • 1968 / 95 – Docente de Investigación - Instituto de Historia de la Arquitectura – Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (concurso de oposición).  MOntevideo - Uruguay.
  • 1975 / 78 – Docente de Cátedra -  Historia de la Arquitectura Contemporánea e Historia de la Arquitectura Nacional - Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (concurso de méritos).  Montevideo - Uruguay.
  • 1988 / 99 – Creadora y Encargada de Cursos - Historia de los Jardines y Parques públicos y privados del Uruguay y sus modelos europeos – Escuela Municipal de Jardinería. Intendencia Municipal de Montevideo – Uruguay.
  • 1983 / 2005 – Docente invitada a Cursos curriculares y de post graduación – Facultad de Agronomía e Instituto Escuela de Bellas Artes – Universidad la de la República – Montevideo - Uruguay.
  • 1983 / 2010 - Docente invitada en Cursos de Instituciones privadas y públicas.
  • 1983 / 96 – Docente e Investigadora en Paisaje Cultural Urbano – CIPFE (Centro de Investigación y Promoción Franciscano y Ecológico) – Montevideo - Uruguay.
  • 1997 / 2004 – Docente e Investigadora en Paisaje Cultural Urbano – MFAL (Multiversidad franciscana de América Latina) – Montevideo - Uruguay.
  • 1991 – Docente de Maestría "Especialización en Educación Ambiental – Módulo de Ecología urbana. Subsistema de Espacios verdes públicos". Universidad Federal de Matto Grosso do Norte – Brasil.
  • 2004 – Docente de Maestría "Gestión del Paisaje y el Ambiente", y expositora en Seminario: "Paisaje – Cultura y Sociedad". Universidad del Nordeste – Resistencia – Argentina.
  • 2007 / 2010 – Docente de Maestría "Diseño de Paisaje", Instituto Universitario BIOS – Montevideo - Uruguay.

Otras actividades profesionales

  • 1983 / 85 – Integrante por Uruguay de la Red regional del MAB (Man and Biosphere) y la Red de Educación Ambiental – UNESCO.
  • 2003 / 04 – Jurado del Concurso de Jardines y Paisaje – Premio al mejor diseño, en representación de la Sociedad de Arquitectos de Uruguay – Punta del Este - Uruguay.
  • 2005 / 06 – Asesoramiento y Propuesta paisajística de Rehabilitación de un parque histórico privado – Montevideo - Uruguay.
  • 2005 / 06 – Asesor paisajístico - Intendencia Municipal de Maldonado – Uruguay.
  • 2007 - Integrante del Comité Científico - 1º Premiaçao Internacional de Arquitetura Paisagística da Associaçao Brasileira de Arquitetos Paisajistas – ABAP y PROURB – San Pablo - Brasil.
  • 2007 – Desk Review – como Experto de UNESCO – en dos ciudades de América Latina para su categorización como Paisajes Culturales.
  • 2009 – Jurado del Concurso de Jardines y Paisaje -  Asociación Latinoamérica de Diseño – Colonia del Sacramento – Uruguay.

Publicaciones

Selección

  • 1982 – “Las casas quintas de la zona de El Prado” en: Revista “Ambiente” Nº 33 – Publicación de CEPA “Centro de Estudios y Proyectación del Ambiente) - Argentina.
  • 1986 – “Nuestro patrimonio. Las casas quintas de El Prado” (en colaboración) – Universidad de la República – Montevideo - Uruguay.
  • 1986 – “Un itinerario urbano. La ciudad aula abierta “(en colaboración)Apuntes de Educación Ambiental Nº 3– CIPFE – Uruguay.
  • 1990 – “Un itinerario rural. Por las colonias suiza y valdense” – Apuntes de Educación Ambiental Nº 7 – CIPFE – Uruguay.
  • 1991 – “La Rambla Sur de Montevideo” – Cuadernos del Instituto de Historia de la Arquitectura – Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo - Montevideo - Uruguay.
  • 1993 – “Reflexiones y análisis sobre el medio urbano y la praxis educativa” Universidad Federal de Matto Grosso do Norte – Brasil.
  • 2000 - “Al rescate de la plaza – El rol de la plaza en la sociedad urbana del s.XXI” - Uruguay.
  • 2001 – “Repercusiones sociales de la inscripción de un bien patrimonial uruguayo en la Lista del Patrimonio de la Humanidad: el caso Colonia del Sacramento” (Resumen de la Conferencia dictada en el Seminario Internacional de Bs.As. – Noticias de ABAP (Associaçao Brasileira de Arquitetos Paisajistas) - Brasil.
  • 2001 – “Los jardines del 900” – en: “El Prado y antiguas costas del Miguelete” - Uruguay.
  • 2001 – “Le Plan André pour Montevideo en: Edouard André (1840- 1911) un paysagiste botaniste sur les chemin du monde” – Francia.
  • 2002 – “La memoria de Thays en Montevideo” – Anales del LINTA –  Publicación LINTA-CIC. La Plata – Rep. Argentina.
  • 2004 - "El paisaje inventado".  Artículo en Revista de la Sociedad de Arquitectos de Uruguay.
  • 2005 – “El Prado” (en colaboración) – 1º fascículo de una serie de 12 - Intendencia Municipal de Montevideo.
  • 2005 – “Reflexiones sobre la plaza en la ciudad. Montevideo/04 - Camillo Sitte Viena/1889” – (en CD) – Universidad de Bauru - San Pablo – Brasil.
  • 2006 – “La ciudad analizada a través de sus espacios abiertos públicos” – en Clases Magistrales de profesores extranjerosMaestría en gestión del Ambiente, el Paisaje y el Patrimonio – Universidad Nacional del Nordeste – Fac. de Arquitectura y Urbanismo – Argentina.
  • 2008 – “El jardín del filósofo” – IFLA NEWS 30 años.
  • 2009 – “La naturaleza en la ciudad” – Revista de arquitectura. Nº19 – Universidad de Chile - Chile.
  • 2009 – “The creation of cultural landscapes in Uruguay (1724 – 1950)” – IFLA NEWS LETTER nº 82.
  • 2009 – “La cuenca del Río rosario, paisaje cultural a proteger” – IFLA NEWS de Paisajes Culturales.
  • 2010 – “La Rosaleda de Montevideo” – en: Berjman y Di Bello “El Rosedal de Buenos Aires”– Argentina.
  • 2010 – “Charles Thays y el Paisaje urbano de Montevideo” Publicación del Centro Cultural de España - México.
  • 2011 – “Paisaje y Sociedad”
  • 2019 – Artículo: "Nuestro Patrimonio Paisajístico". En "Monumentos y Sitios, Uruguay". ICOMOS URUGUAY. Ed. Mastergraf. Setiembre 2019.

Trabajos de investigación inéditos

  • “Paisaje cultural urbano en el Montevideo del 900 – Aspectos sociales y estéticos".
  • “Invariantes del paisaje histórico – cultural en el Área Metropolitana de Montevideo”.
  • “El paisaje cultural uruguayo a través del texto edito”.
  • “Villa Colón y Melilla – paisaje cultural urbano de producción”.
  • “Encuentro de la cultura europea con la nacional y su manifestación en el arte del jardín”.

Congresos y Seminarios

Selección

  • 1987 – Congreso Metrópolis 87 - Ponente – México DC – México.
  • 1988 – 1º Congreso Iberoamericano de Paisajismo - Panelista – Salto – Uruguay.
  • 1989– 9º Encuentro regional de Arquitectos del Cono Sur - Federación Panamericana de Arquitectos -  Conferencista– Asunción – Paraguay.
  • 1990 -  Ciclo de Conferencias El Hombre y la Biosfera - Conferencista – UNESCO - Montevideo.
  • 1991 – 1º Seminario de Recuperación y Desarrollo del Paisaje Costero – Conferencista - Montevideo.
  • 1992 – 1º Simposio Internacional de Geografía del Cono Sur - Conferencista Universidad Federal de Santa María – Brasil.
  • 1996 – Seminario sobre Jardines y Sitios Históricos – Conferencista – LINTA (Laboratorio de Investigación del Territorio y el Ambiente) – La Plata - Argentina.
  • 1999 – Conferencia internacional: La cultura arquitectónica hacia 1900 – Conferencista -  Buenos Aires – Argentina.
  • 1998 – Colloque international sur Ed. André. Un paysagiste-botaniste sur les chemins du monde” – Conferencista – Association Ed. André – Ec. Nat du Paisaje de Versailles – Tours - Francia.
  • 2004 – 1º Congresso Internacional de Historia Urbana: Camillo Sitte e a circulaçao das ideías em estética urbana Europa e América Latina: 1880 - 1930 – Conferencista -  Universidad de Bauru -  San Pablo - Brasil.
  • 2005 – 5º Congreso de ULAP - IFLA. Punta del Este. Organizadora – Uruguay.
  • 2009 – Taller – Seminario – Conferencistas invitados: Pradial Gutiérrez y Nora Joffre – Coordinadora -  Maldonado – Uruguay.
  • 2009 – “Homenaje a Burle Marx” – Panelista – organizado por Instituto Universitario BIOS -  Montevideo - Uruguay.
  • 2010 – VIII Encuentro de Rehabilitación de Centros Históricos – Conferencista -  México DF - México.
  • 2010 – Congreso IFLA – Chile - Coordinadora y Ponente del Comité de Paisajes Culturales – Santiago - Chile.
  • 2010 – Seminario Internacional de Expertos – en representación de AUDADP – “Ética y cambio climático” -  UNESCO – Montevideo – Uruguay.
  • 2010 – “Asesoramiento e Informe para la habilitación del “Jardín de la casa de Alicia” – A pedido del Concejo Honorario del Barrio Histórico de Colonia del Sacramento (Patrimonio de la Humanidad) - Colonia - Uruguay.
  • 2011 – Co-organizadora del Congreso Internacional ULAP - IFLA “Paisajes Emergentes” – Presidenta de ULAP -Estudio – Taller - Punta del Este – Uruguay.
  • 2016 – Jornada sobre el Parque Roosevelt - Panelista – parque Roosevelt – Canelones - Uruguay.

Concursos 

*  1992 - 2º Premio en Concurso “Plaza España” en colaboración con los Paisajistas: Carlos Pellegrino (Uruguay), Rosa Grena Klias y Benedito Abud (Brasil).

* 2001 – 1º Premio de Paisajismo (en colaboración) – Jardín de Exposición de "Casa – Este" – Punta del Este - Uruguay.

 Destaques

  • Primeras investigaciones académicas sobre los Espacios Verdes del Uruguay con un enfoque paisajístico, patrimonial y ambiental – realizadas como Docente de Cátedra e Investigación en el Instituto de Historia de la Arquitectura – Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UDELAR) – Montevideo – Uruguay, y como Investigadora de la Multiversidad Franciscana de América Latina – Montevideo – Uruguay y luego como Investigadora independiente.
  • Primeros cursos dictados en el medio local, sobre Historia de los Jardines y Parques, públicos y privados en el Uruguay y sus modelos europeos - realizadas en Escuela de Jardinería Municipal – Intendencia de Montevideo, Facultad de Agronomía (profesor invitado de Carlos Pellegrino) y Escuela de Bellas Artes (Profesora Invitada de Fernando Martínez Agustoni y de Jaime Stern) – Montevideo – Uruguay. 
  • Después del libro pionero de Daniel Vidart sobre “El Paisaje del Uruguay”, se difunden las primeras publicaciones de artículos y libros sobre el Paisaje y los espacios verdes en el Uruguay, junto a sucesivas entrevistas en prensa escrita y televisada.

Agradecimientos

Se hace hincapié en este momento, el agradecimiento a Carlos Pellegrino y a Daniel Vidart por su amistad y el apoyo trascendental a la formación como Paisajista.

A Benedicte Leclerc, arquitecta francesa DPLG, a instancias de la cual se escribieron estos dos textos.

A Lorena Arrambide, arquitecta y docente de informática, gracias a la cual se hizo posible la concreción de este blog.

Datos personales

  • Es uruguaya, nacida en Nueva Helvecia, Departamento de Colonia – Uruguay.
  • Cursó enseñanza primaria, secundaria y terciaria en instituciones públicas del Uruguay.

 


 

FONDO Racine y Andre

LA ACTUACIÓN DE DOS TÉCNICOS FRANCESES EN EL URUGUAY

 




 

 La Memoria de Edouard–François André en el Uruguay

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Retrato de Edouard André, tomado de la Revue Horticole. Paris. 1890.

 

Plan de transformación y ensanche de la Ciudad de Montevideo y otros proyectos. Viaje de reconocimiento botánico de la flora nativa.

Publicaciones resultado de la investigación a nivel académico (Instituto de Historia de la Arquitectura - Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo - Universidad de la República del Uruguay) realizada por arquitecta Margarita Montañez. A partir del año 1985.

 

 

 

EL PLAN ANDRÉ PARA MONTEVIDEO

PROYECTOS Y REALIZACIONES

 Autor: Arq.   Margarita   Montañez

INDICE

CAPITULO 1: ANTECEDENTES

1.1 El Uruguay de 1890

1.2 Paris en la segunda mitad del siglo xix: la estrategia haussmanniana. 

1.3   El paisajista Édouard André

1.3.1   Biográficas

1.3.2   Profesionales

1.3.3   Docencia 

1.3.4   Proyectista 

1.3.5   Ensayista

CAPITULO 2: EL PLAN ANDRÉ PARA MONTEVIDEO

2.1 CONSIDERACIONES SOBRE LA CIUDAD:

2.1.A - Nuevas Áreas Verdes y Transformaciones de las existentes.

2.1.A1 - El Parque del Miguelete

2.1.A2 - El Parque Central

2.1.A3 - El Parque del Sur

2.1.A4 - El Parque del Cerrito

2.1.A5 - La Costa de la Bahía y del Río de la Plata

2.1.B - Plazas y squares

2.1.B1 - Plaza Zabala

2.1.B2 – Plaza  de Cagancha (hoy Cagancha o Libertad)

2.1.B3 - Plaza de la Independencia (hoy Independencia)

2.1.B4 - La Plaza Artola (hoy de los Treinta y Tres)

2.1.B5 - La Plaza de la Constitución (hoy Constitución)

2.1.B6 - La Plaza Sarandí

2.1.B7 - La Plaza Flores

2.1.C - La red vial

2.2 - PRESUPUESTO 

CAPITULO 3: PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y DE EMBELLECIMIENTO DE LA VILLA DE MONTEVIDEO (URUGUAY) PRESENTADO A LA JUNTA ECONÓMICA ADMINISTRATIVA POR MR. ED. ANDRÉ, ARQUITECTO PAISAJISTA DE PARÍS.Memoria Explicativa

Límites marítimos

Grandes comunicaciones exteriores y sus relaciones con el exterior

Calle 18 de Julio y alrededores

Parque Central y alrededores

Bulevares de circunvalación

Parques y squares (2) nuevos

Conjunto de nueva red de comunicaciones

Parque del Miguelete (hoy Parque El Prado)

Parque Central. Plantaciones 

Parque del Sur 

Puerto de regatas

Dunas

Parque del Cerrito

Explanada marítima 

Gran Paseo Nacional (1)

Plazas y "squares" (2)

Plaza de la Independencia

Plaza de la Constitución

"Squares" (2) diversos 

 

CAPITULO 1: ANTECEDENTES

Los técnicos franceses que llegaron a nuestro País durante el siglo XIX, influyeron decisivamente en la génesis de los incipientes espacios verdes urbanos de la ciudad de Montevideo, con oficio suficiente, como para relevar el contacto entre la naturaleza allí pre-existente y sus nuevas propuestas vinculadas al contexto de la época.

Desde 1838, se radica en Montevideo, José Pedro Margat, oriundo de Versalles. Proveniente de una familia de horticultores llega a América, como tantos europeos, en busca de un horizonte irrestricto. Se encuentra con un Montevideo tan incipiente como motivador de volverse su lugar de afincamiento definitivo. Instala el primer "Establecimiento de Horticultura y Aclimatación" en 1841. Siempre vinculado a su patria, es el introductor de varias especies exóticas.

El primer espacio público ajardinado que se crea en la ciudad de Montevideo, la Plaza Constitución (en el que se incorporan acacias y ombúes posteriormente sustituidos por otras plantaciones), fue creado por Margat. Aún hoy en día, se mantiene su estructura formal siguiendo las diagonales de un cuadrado externo alrededor del sustantivo espacio central. Es también Margat, quien inicia aquí con pautas de un diseño rítmico, a base del uso de jacarandás y paraísos, lo que ahora podríamos denominar forestación urbana.  Nombrado miembro de la Sociedad de Horticultores de Francia en 1856, y en 1873 de la Sociedad Francesa de Aclimatación.

La Junta Económico-Administrativa de Montevideo, dispone la creación en 1889 de la Dirección de Paseos, y contrata para su gestión a Ernest Racine, egresado de L’École d’ Horticulture de Versailles, también proveniente de una familia vinculada a la jardinería y la horticultura en Dieppe. Su actuación en Montevideo será muy corta. Muere en 1902.

Entre sus trabajos aquí, sobresale la Plaza Cipriano Miró, en la Unión, conservada hasta nuestros días, con muy pocos cambios estructurales. Su hermano menor, Charles Racine, también se afincaría en el Uruguay desde 1889 donde muere en 1935. Recién egresado de L’École d`Horticulture de Versailles, es propuesto para las obras de jardinería a proyectar, por una empresa francesa, que realiza el primer intento de unir el Mar Caribe con el Océano Pacífico, a través del territorio colombiano. Al llegar a nuestro país, es contratado por el Señor Federico Vidiella para diseñar en Toledo, el establecimiento llamado "Cortijo Vidiella". Será el asesor de Antonio Lussich en las titánicas y obstinadas tareas de forestación de Punta Ballena.

Una estadía en Bolivia, profesionalmente fructífera lo aleja brevemente, de su establecimiento definitivo en Montevideo. A la muerte de su hermano Ernest, es contratado por la Junta de Montevideo.

Entre 1902 y 1915, su nombre se vincula no sólo a Áreas Verdes de Montevideo tales como el Rosedal del Prado, sino a muchas otras de particulares, entre los que podemos citar los Jardines de la Quinta de Herrera en la Avenida Larrañaga, el Hipódromo de Maroñas y el Parque de la Piedra Alta en Florida. Este último, poco conocido aunque muy interesante, hasta en detalles tales como la pérgola que acompaña los desniveles del terreno.

Desde 1916, y hasta su muerte, se dedica al proyecto de implantación y manejo del Parque F. D. Roosevelt por encargo del Ministerio de Obras Públicas.

El Gobierno Francés lo distingue con la Orden del Caballero del Mérito Agrícola, en 1912, y en 1934, con la Legión de Honor. Ya en 1895, el profesor Arechavaleta le había solicitado los estudios para la creación de un Jardín Botánico de la Ciudad de Montevideo. Charles Racine se vincula con Carlos Thays en Buenos Aires, quien fuera el iniciador en dicha ciudad del Jardín Botánico. Dicho paisajista nacido en Francia en 1849 llegó a la Argentina contratado para la realización de un gran Parque privado en Córdoba. Desarrolla posteriormente obras de gran importancia en varias ciudades de la Argentina, siendo llamado también desde Río de Janeiro, Santiago de Chile y Montevideo, en carácter de paisajista consultor. Es así que, en 1905 proyecta en nuestra ciudad, la Plaza de la Independencia y la Plaza Cagancha o Libertad. Esta última, creada como plaza circular no interrumpida por el tránsito vehicular. A nuestro juicio, ello es más apropiado que lo que viene a ocurrir a través de reformas posteriores.

La Plaza de la Independencia de fuerte y geométrica composición, luego recibiría el Monumento y el Mausoleo Artigas, así como otras obras derivadas de acciones que deforman su estructura original y contrarían la escala y ubicación de algunos de los elementos proyectados originalmente por Thays, como es el caso de las fuentes.

En 1911 será convocado para proyectar los parques de J. Batlle y Ordóñez y el Parque Rodó. Tales propuestas no llegarían, sin embargo, a concretarse. Es obvio considerar, que fue en realidad Racine quien actuó efectivamente en estos espacios verdes dada su condición de "Jardinero Jefe de la Dirección de Paseos", que desempeña entre 1907 y 1915.

Con el proyecto y realización - por empresarios privados - de la propuesta de urbanización del balneario de Carrasco, en cuyo trazado por vez primera utiliza el curvado de las calles quebrando el damero tradicional, el paisajista Carlos Thays, señala muy significativamente la historia urbana de Montevideo.

Quién no conozca el "Rapport sur le Projet de Transformation et d`Embellissement de la Ville de Montevideo (Uruguay) présenté à la Junta Económico-Administrativa, par Mr. Edouard André, Architecte-paisagiste à París" enviado el 16 de febrero de 1891, no puede tomar conocimiento cabal de la calidad de los diferentes aportes realizados al país por los paisajistas franceses antes mencionados.

Edouard André presenta un perfil definitorio e insoslayable, en la concepción del Espacio Urbano montevideano. El estudio de su actuación en nuestro medio, aunque breve, sobresale por su calidad, enjundia y precisión. Por supuesto esta primera publicación no agota su análisis. En su mayor parte, la documentación original no fue accesible o no se encontraba en el país. El contacto con la Fundación E. André, augura futuros intercambios en la profundización de su obra. Debimos trabajar sobre material editado y/o disponible, especialmente el que pudo hallarse en la biblioteca de la Asociación Rural del Uruguay, aquellas de la Universidad de la República, o las fuentes documentales de los Archivos y Museos Históricos.

La materialización de los Jardines, siempre se ha vinculado como es de rigor, más a la horticultura ornamental que a la desnuda realización arquitectónica y urbanística. Las publicaciones consultadas así lo avalan, como es el caso de la colección de la Revista de la Asociación Rural del Uruguay y las publicaciones francesas que custodia la biblioteca de la Facultad de Agronomía, de excepcional interés para este trabajo.

Es curioso y paradojal, que Edouard André y su hijo René, no hayan interactuado en la comunidad universitaria. Es curioso decimos, dado que el discurso teórico del Arte de los Jardines estuvo íntimamente ligado en su evolución, a la Historia del Arte y otras disciplinas humanísticas. Los portales universitarios en el Uruguay los mantuvieron a distancia.

Recién en 2008 se inician los cursos de la Licenciatura de Diseño de Paisaje, en forma conjunta entre las facultades de Agronomía y Arquitectura.

Escribiendo al respecto en su libro "L` Art des Jardins" André pensaba, que era una profesión sin perfil definido. Se usaba la denominación de "Arquitecto Paisajista", sólo por el hecho de ser la más generalizada y a falta de otra que la distinga del arquitecto a secas. André lo afirmó hace más de 100 años y hoy lo citamos con énfasis: "El rol del arquitecto paisajista es de tal importancia, que la obra arquitectónica debe estar subordinada a su ordenamiento general".

1.1 - El Uruguay de 1890

La ciudad de Montevideo fue fundada en 1724 junto a la mejor ensenada y bahía natural del Río de la Plata, atendiendo a razones estratégicas de dominio del territorio, por orden de la Corona de Castilla y Aragón.

Un rígido damero, desafiante de la topografía del lugar, le sirve de traza original, alrededor de un locus central, plaza, rodeada de murallas, en carácter de plaza fuerte. En 1829, como país independiente, la República Oriental del Uruguay, decide por ley la demolición de sus murallas.

El Departamento Topográfico presidido por el Ingeniero militar José María Reyes, delinea en 1830 la extensión de la ciudad extramuros, sobre la base nuevamente de un damero, que prevé sus plazas, y espacios públicos, re-inventando el paisaje urbano.

Sólo en la segunda mitad del siglo XIX, el caótico proceso de urbanización, obligó a las autoridades a comenzar a legislar sobre la Ordenación del Territorio.

En 1878, a propuesta de profesionales ingenieros, una ley sanciona el férreo marco del Br. Artigas como límite urbano.

En 1887, la ciudad real se extiende desde el Br. Artigas hasta Propios, y por el arroyo Miguelete hasta alcanzar la Bahía.

El alto número de inmigrantes europeos que llega al país durante todo el siglo XIX, y la reconocida ausencia de una cultura indígena relictual, hicieron posible la adopción, de directivas estilísticas extranjeras, de difusión internacional.

Fue construida la ciudad más europea de Latinoamérica. Un periodista norteamericano, Theodor Child escribía en 1890 ("Les Républiques hispanoamericaines") sobre Montevideo: "[...] una ciudad donde las tiendas son hermosas y las casas bien construidas, una ciudad donde reinan manifiestamente el lujo y el dinero".

Un testigo de su época, Carlos María de Pena (en colaboración con Honoré Roustan), en sus "Breves informaciones geográficas y estadísticas del Uruguay" preparadas para la Exposición Universal Colombiana de Chicago (1) se sentía orgulloso de afirmar: "El aspecto de la ciudad es muy agradable y completamente europeo y es un centro de población verdaderamente cosmopolita".

Hacia 1890, la prosperidad económica del país permitía el incremento del consumo, los gastos suntuarios y la inversión en obras edilicias urbanas, desatendiéndose, según algunos de sus protagonistas, el progreso de las actividades productivas.

En la Asociación Rural un diálogo de varias voces señala que "producíamos a la uruguaya y consumíamos a la francesa". La influencia de la Cultura francesa se hizo primero intensa, luego reincidente, y finalmente fervorosa en nuestro país. Muchos ilustres ciudadanos creían vivir aquí en una "belle èpoque", con más brillo y sosiego que en Europa; respondiendo sin mala conciencia, al proyecto de re-construir una Europa sana y libre allende al Océano. Se viajaba y se estudiaba en Francia y en lengua francesa.

La crisis financiera del ´90, marca el comienzo de un ácido despertar para la conciencia nacional. A la mentalidad aculturada la acompaña ahora, una naciente sensibilidad en el rescate de valores propios como respuesta a la crisis que se ahonda sin mengua, o una crisis creciente de identidad entre modelos espejeantes.

(1). Revista de la Asociación Rural del Uruguay del 15/Feb/1893.

1.2 - París en la segunda mitad del siglo XIX: la estrategia haussmanniana

París, durante la última mitad del siglo XIX, fue la primera ciudad europea que culminó obras urbanísticas ejemplares, en la búsqueda de adaptar su envolvente mayor a las condicionantes de la era industrial. Napoleón III y el Prefecto del Sena, George Eugène Haussmann, entre 1853 y 1869, encarnaron al mismo tiempo, el rol de ideólogos y brazos ejecutores de tales propuestas ciclópeas.

El mejoramiento de la red vial, la preocupación por la salud de los parisinos no disimuló una finalidad política: establecer la mejor estrategia para la defensa de la ciudad sitiada por los motines populares que habían signado el período anterior.

Fueron creados Parques y Plazas, ahora abiertos al público, y unidos por grandes bulevares arbolados. En urbanismo, pocos arquitectos tenían un discurso explícito. Haussmann reunió a técnicos de otros campos tecnológicos. Recurrió a ingenieros, para solucionar los problemas viales, de las aguas servidas y el agua corriente a través de un sistema de cañerías. Llamó al servicio municipal al Ingeniero Jean Alphand. Para los parques y otros espacios verdes al horticultor Barillet-Deschamps, y entre otros colaboradores al joven Edouard André.

Como dice Giedion en "Espacio, Tiempo y Arquitectura" (Barcelona 1955): "La primera transformación de una gran ciudad con objeto de adaptarla a las mutaciones originadas por la Revolución Industrial fue llevada a cabo por Ingenieros".

Haussmann consideró a la ciudad bajo el prisma de problemas técnicos, más que por aquellos, de naturaleza estética. Su gran descuido fue el de las clases bajas desplazadas por las grandes obras de transformación urbana.

Los trabajos de Haussmann se anticiparon a la conciencia de su época. Se dio un progreso notable en la solución de los problemas del tránsito vehicular, así como los del espacio externo de la ciudad, y los suburbios como ampliación de aquella y su vinculación con el campo.

Rápidamente, las obras realizadas en París durante estos años, fueron imitadas por otros países de manera parcial, sólo reflejando la expresión formal del gran emprendimiento conceptual francés.

1.3  - El paisajista Édouard André

1.3.1    Biográficas

Edouard André nace en Bourges (Cher), Francia, el 17 de Julio de 1840 y muere en La Croix (Blère-Indre et Loire), el 25 de octubre de 1911.

De su matrimonio nacen dos hijos, René Edouard y Paul. René egresa de la École Polytechnique de París, como Ingènieur d´Arts et Manufactures y sigue el oficio de su padre, acompañándolo al Uruguay. 

De una familia de horticultores, tempranamente sigue la tradición familiar. Primero en Angers, en un importante vivero y a los 19 años en París tomando cursos en el Museo de Historia Natural. Fue profesor de la École National d´Horticulture de Versailles.

Fue Miembro de la Societè Nationale d´Agriculture de France; Miembro Correspondant de la Societè Real d´Agriculture et Botanique de Gand; de la Royal Horticulture Society de Londres; Officer de la Legion d´Honneur de Francia y Officier de l´Ordre Leopold de Bèlgica.

 1.3.2    Profesionales

En 1860 comienza su trabajo profesional al servicio de la Municipalidad de París, en la "Administration des Promenades et Plantationes de la Ville de París", como "Chef de Service de Plantations Suburbaines" donde permanece hasta 1868.

Dentro de la red de espacios verdes de París, el parque de Buttes-Chaumont fue una de sus principales creaciones. Lo recuerda constantemente en sus escritos, incluso en el Informe sobre Montevideo, como modelo y referencia de alguno de los parques que propondrá crear en esta ciudad.

En 1866 la ciudad de Liverpool (Inglaterra), llama a concurso público internacional para la realización de un parque público. El proyecto presentado por el paisajista francés obtiene el 1º premio, entre 29 concursantes. Las ciento cincuenta hectáreas del Parque fueron resueltas por André, en base a los lineamientos del llamado "jardín paisajista". La línea curva de la caminería articula con grandes paños de césped el volumen de los árboles aislados o en grupos. El centro de la composición es un lago trazado en "serpentina". Estas constantes formales André las mantendrá en todos sus trabajos posteriores, incluso los proyectados para Montevideo.

Los trabajos del parque se desarrollan durante 5 años de 1867 a 1872. En 1866, la ciudad de Luxemburgo decide suprimir sus fortificaciones y André es encargado del parque público que las sustituye. Las obras se realizan durante diez años entre 1872 y 1892.

En Roma, construye la Piazza Bianca y el Quirinal, además del Plan de Transformación de la Villa Borghese.

Sus trabajos profesionales, públicos y privados, se diseminan por toda Europa: Inglaterra, Holanda, Dinamarca, Rusia, Austria, Bulgaria, Suiza, Montecarlo y Sudamérica. El Plan de Embellecimiento y Ensanche de Montevideo, es el único trabajo donde encara una ciudad globalmente. ¿No es acaso sorprendente, - nos preguntamos -, que un profesional excepcional y un Plan Maestro tan ambicioso no fuera ponderado en la justa medida? Diseñó en Francia las plazas de las ciudades de Chaumont, Cognac, Poitiers y Montpellier, además de intervenir en otras muchas en el diseño de avenidas y bulevares.

 1.3.3     Docencia

Además de realizador, teórico y científico, fue el primer profesor, de la primera cátedra, del Arte de Jardines, y no sólo de Francia, en la École d´Horticulture de Versailles, designado para ese cargo en 1892.

En su libro "L´Art des Jardins", se refiere a la Historia de los Jardines y luego, metódicamente, presenta los principios de diseño, de la composición en jardinería y aspectos prácticos de la ejecución de parques y jardines, es decir de su implantación definitiva. En el Prólogo, opina que el diseño de jardines no se ha perfeccionado tanto como la horticultura en Francia, así como después de la obra de Charles Thowin "Plans raisonnés des Jardins", el diseño comienza a adquirir un rol prioritario en la construcción del jardín.

Siguiendo a André, sólo pueden citarse 2 obras importantes: "Les Jardins" de A. Mangin, publicada en 1867 y "Les promenades de París" de J. Alphand de 1868. Se propone con su libro llenar el vacío existente en la literatura sobre el tema y darle un carácter didáctico.

André insiste sobre la necesidad de una enseñanza regular, a la vez estética y práctica, que forme diseñadores de parques y jardines. Ya existe esa enseñanza en la École d´Horticulture de Versailles, pero André espera que se extienda a la École de Beaux-Arts. No se dirige solamente a los profesionales del arte de la jardinería, sino a un público que incluye a los propietarios de jardines privados, a floricultores y a cultivadores de otras ramas de la horticultura (*).

En la Revue Horticole de 1899 (pág. 549), valora la obra de Alphand y sus colaboradores. A su influjo un curso especial de Arquitectura de Jardines se inicia en el 3º. año de la École de Versailles.

 

(*) "Aucun (...) livre ne tenait lieu du traité didactique de la composition des jardins, demandé depuis long temps par les architectes, les ingénieurs, les dessinateurs de jardins, les horticulteurs, et surtout par les propiétaires désireux de diriger avec succès les travaux d`embellissement de leurs rèsidences".

 

Su erudición lo lleva a considerar los jardines del Extremo Oriente, egipcios, babilónicos, hebreos y persas, para entrar luego en el desarrollo de los jardines europeos. También dedica notas a los jardines mexicanos, chinos, y peruanos.

Con una visión muy actual, al referirse a los jardines mexicanos, insiste en el aporte de la técnica azteca para los cultivos en tierras pantanosas ("chinampas"), reconociendo tanto en México, como en Santo Domingo la deslumbrante cultura precolombina.

Encara André en su libro, la historia de la idea de lo "bello", así como "la idea de belleza y el origen del gusto", resaltando la importancia de la concepción del todo, desde el momento que uno de los principios más generales de la categoría de lo bello, es la armonía de las partes.

El arte de la jardinería debe potenciarse en lo creativo con ayuda de la técnica, y aunque relacionado con todas las artes, se vincula más con la pintura.

Así expresa André: "au lieu de peindre a nos yeux la nature par le langage ou le dessin, c´est avec les élèmens mème du paysage qu´opère. Le sol est sa toile; les arbres, les fleurs et les gazons, ses couleurs".  

El arquitecto-paisajista será así un artista total, a la vez pintor, poeta, arquitecto y jardinero.

Se refiere a los principios generales de la composición de jardines y a los principios de la luz, según las leyes de la visión.

Detalla los diferentes puntos de vista que deben ser tenidos en cuenta cuando se proyecta un jardín, atendiendo a la luz y a la sombra, a la forma y al color, pero nunca aisladamente. Es decir, considerando la proporción y la escala.

Consideraciones muy importantes hace André en este libro con respecto al carácter del lugar; insiste en que luego de haber determinado su género ("genre"), hay que enfatizar el estudio del sitio donde el paisajista va a trabajar. Aunque pueda ser complementado con muchos otros el Tratado de André es un texto fundacional hacia un pensar futuro sobre la Villa de Montevideo.

 1.3.4  Proyectista

En 1889 la Junta Económica Administrativa (J.E.A.) de Montevideo, bajo la presidencia de Carlos María de Pena, toma importantes decisiones. Una, es la creación de la Dirección de Paseos y otra la contratación de un técnico francés que pueda plantear un estudio global de la ciudad.

Fue así que Edouard André, en su condición específica de paisajista, llega a Montevideo.

Según la Memoria de 1889 de la J.E.A. el Dr. Forteza, Ministro del Gobierno uruguayo en Francia, aconsejó y gestionó la venida de Ed. André “(...) para que venga a estudiar y proyectar un plan de embellecimiento general por medio de parques, avenidas y jardines que hemos de ir ejecutando poco a poco, para dotar económicamente a la población de sitios agradables y cercanos de esparcimientos y de recreo".

Su trabajo, enviado a la Junta desde París, lo titula "Rapport sur le Projet de Transformation et d´Embellissement de la Ville de Montévideo (Uruguay) présenté à la Junta Económico-Administrativa para Mr. Ed. André, Architecte-paysagiste á Paris".

Son 42 fojas manuscritas, numeradas y 10 láminas sin numerar. En foja 37: (fdo.) "Ed. André" y en el renglón debajo: "Paris, le 19 février, 1891".

Las siguientes fojas Nº. 38 al 42 son el Presupuesto.

En la foja Nº. 42 se indica: "copie certifié pour le 1º. devier" y en el renglón debajo: (fdo.) "Ed. André Paris, le 16 février 1891".

Planos que acompañan el informe:

1.- Plano general de la ciudad de Montevideo.

2.- Plano del parque del Miguelete (hoy Prado) "estado antiguo" y su área de extensión.

3.- Perspectiva del Hotel Restaurante propuesto para el parque del Miguelete.

(Los Planos Nº. 2 y 3, fueron publicados en la Revue Horticole. París. 1895 pág. 283).

4.- Plano del Proyecto de Transformación del parque municipal del Miguelete.                  

5.- Plano del Proyecto de creación del parque Central, incluyendo el Jardín Zoológico, de Aclimatación, el Jardín Botánico y el Museo de Historia Natural.

6.- Perspectiva aérea del parque Central. 

7.- Otra perspectiva correspondiente al proyecto del parque Central.

8.- Plano y perspectiva de la plaza de la Independencia.

9.- Plano de la plaza de la Constitución.

10.- Planos de las plazas Flores, Sarandí y Artola (hoy Treinta y Tres) en una sola foja.

El plano de la plaza Flores con algunas modificaciones fue publicado en: ANDRÉ, Ed. “Les plans et jardins des Parcs paysagers” en VILMORIN-ANDRIEUX ET CIE: “Les fleurs de pleine terre”. Paris. 1894 

Las leyendas que acompañan los planos están en español. Todos ellos señalan que son presentados por Ed. André, arquitecto-paisajista y están fechados en París, en enero de 1891. No están firmados.

Alfredo Castellanos cita (en "Historia del desarrollo edilicio y urbanístico de Montevideo, 1829 - 1914" - Montevideo 1971) al diario "El Siglo" del 5 de octubre de 1890, para señalar que Ed. André presentó su Plan para Montevideo en una conferencia en los salones de la Junta Económica Administrativa, donde estuvieron presentes: el Presidente de la Junta, Dr. Otero; el Presidente del Senado, Dr. Agustín de Castro; el Ministro de Gobierno, Ing. Juan Alberto Capurro; el Director de Paseos, Sr. Gómez y el Presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Federico Vidiella.

Es decir que el Gobierno central, además de la Junta, apoyaron el Plan para Montevideo.

También en Francia, presenta este trabajo André. El Conde de Saint-Foix, Ministro francés ante el Gobierno uruguayo, en su libro sobre nuestro país, "La República Oriental del Uruguay" editado en París en (1892) señala: “[...] que grandioso conjunto formarían los planos y proyectos ejecutados por M. André tales como este hábil arquitecto-paisajista nos los ha descrito en una conferencia que dio el año pasado de regreso de un viaje que acababa de realizar al Uruguay".

En un artículo titulado "Notes sur l´Horticulture à la Plata" de la Revue Horticole de Paris de 1895 (pág. 535), traducido y publicado luego por la revista de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) en 1896 (pág. 564), Ed. André señala que fue contratado por el Gobierno uruguayo y visitó todo el país, reconociendo muchas especies indígenas para la ornamentación de los parques y plazas públicas.

A tales efectos, se constituyó una Comisión exploradora, dirigida por André e integrada además por el Sr. Arechavaleta, reconocido botánico y profesor de la Facultad de Medicina; Carlos Cantera por ese entonces (según lo presenta André en esa nota) secretario de la Municipalidad y su hijo René, quien pudo, según André, hacer interesantes observaciones en geología y mineralogía.

"[...] la República del Uruguay aparece con sus relieves vallados y sus enormes pastoreos cubiertos de animales y casi desprovisto de vegetación arborescente" (en lo que coincide con las observaciones del Diario de Darwin).

Edouard André fue siempre acertadamente elogioso hacia nuestro país.

“[...] la ciudad de Montevideo, una de las más bellas de la América del Sud, está formada por dos partes enteramente soldadas, pero distintas. La 1º. constituye una península que avanza en punta obtusa en el estuario del Plata, con sus calles orientadas de tal modo, que, del medio de una de ellas, se puede ver el mar en las 2 extremidades. La 2º. parte se pierde gradualmente en la campaña que presenta un relieve muy ondulado y muy variado".

Señala algunas especies botánicas conocidas en Europa que crecen cómodamente en las condiciones ambientales del país: los ágaves, la phytolacca dioica, las coníferas, las tillandsias, las acacias, los ficus, las casuarinas y los eucalyptus que observa se usan para formar avenidas.

Señala como ha visto palmares enteros, en el norte del país de especies que clasifica como Cocus australis y Cocus fluxuosa.

Al pie de página anota: "Es necesario constatar que la Phoenix canariensis ha sido introducida en el Uruguay largo tiempo antes de serlo en Europa como lo demostraré en una nota especial". Lamentamos no haber encontrado ningún material sobre este tema.

Entre los árboles indígenas, le interesa especialmente la Iodina rhombifolia y agrega: “[...] sus ramas retumbantes harían de esta especie un ornamento precioso para las rocallas.  Bajo la influencia de un caliente sol, de un suelo profundo y fresco, procedente de la descomposición de las dioritas y de los granitos, o del humus pampeano recubriendo una calcárea llamada "tosca", el desarrollo vegetativo de todas estas plantas se convierte en soberbio" (las traducciones son las publicadas en la revista de la ARU ya citada).

Es en esta "Nota sobre la Horticultura en el Plata", donde destaca la gran influencia que su compatriota Margat y su descendencia han ejercido sobre la horticultura montevideana, desde mucho tiempo atrás.

En oportuno recordar que Pedro Antonio Margat, tuvo la oportunidad de importar ente otras especies vegetales: la camelia, de la cual André dice que "plantadas a media sombra florecen maravillosamente (en el Uruguay)”.

André elogia la obra de otro horticultor, Basso, ya establecido por esos años como viverista e importador de plantas.

Ed. André desde los estudios previos al proyecto, se aseguraba de un producto final del mejor nivel.

En números anteriores, la revista de la ARU (31 de agosto de 1890, pág. 350) había presentado al distinguido profesional francés, llegado a Montevideo en el vapor Portugal "contratado por nuestra Municipalidad para proyectar diversos trabajos de embellecimiento en el Prado".

Vidiella escribe sobre la llegada de André y agrega información sobre sus obras y publicaciones. Un comentario importante: "su magnífico libro "L`Art des Jardins", del que existen algunos pocos ejemplares en Montevideo, es un verdadero "chef d´oeuvre" en su género y debe figurar en las bibliotecas de todos aquellos que se interesan en los cultivos ornamentales".

Entre la Revue Horticole francesa y la revista de la Asociación Rural del Uruguay siguieron los frecuentes intercambios.

En 1891, en la Revue Horticole (pág. 315) encontramos una nota muy oportuna sobre la inauguración de la estatua a Federico Vidiella (en la hoy plaza Vidiella), padre del, por entonces, presidente de la ARU: "[...] c´est la premier estatue élévé dans l`Uruguay, et nous sommes hereux de savoir qu´elle reproduit les traits d´un agriculteur plutòt que ceux d`un conquèrant ou d`un tribun [...]".

Es en 1905, que aparece un artículo en la Revue Horticole sobre "La Tillandsia dianthoides et les broméliacées aérennes de l`Uruguay".  La especie fue recogida por André en Paso de los Toros sobre el Río Negro y en Cuaró, población cercana a la frontera con Brasil.

Con las Tillandsias recogidas en su viaje al Uruguay obtiene en 1903 un premio de la Societé Nationale d`Horticulture de France.

Refiere André, que fue él quien introdujo en Europa la T. arequitae de flores blancas que recogió en Minas, en las grutas del cerro de Arequita.

La muerte del paisajista Edouard André es notificada en la revista de la ARU, publicando, traducida, la Nota necrológica de la Revue Horticole de 1991 (pág. 485).

 

1.3.5   Ensayista

Como ensayista, lo más importante fue su permanente relación con la Revue Horticole de Paris. Primero como Colaborador, de 1860 a 1882, y desde entonces hasta su muerte, como Redactor en Jefe.

De 1870 a 1880 fue también Redactor en Jefe de la Illustration Horticole de Bruxelas, editada por M. Linden.

Con sus artículos en ambas publicaciones, contribuyó al progreso y al reconocimiento de especies vegetales nuevas, recogidas en viajes de estudio que realizó.

En 1875 el Ministerio de Instrucción Pública de Francia, lo envió a América para recolectar y estudiar especies vegetales desconocidas en Europa, con el objetivo de contar con diferentes ejemplares de valor ornamental, para los nuevos parques de Paris. En ese viaje, reunió 3.400 especies. De la familia de las Bromeliáceas fueron 129 especies y 14 variedades. Además de aquellas desconocidas en Europa (91 especies, 14 variedades y 2 géneros).

Los acontecimientos de ese viaje los refiere en su opus "L´ Amérique Equinoxiale".

En 1889 publica "Bromeliaceae Andreanae" una descripción e historia de las bromeliáceas recogidas en Colombia, Ecuador y Venezuela.

Entre sus publicaciones destacamos:

- "La Foret Saint-Martin, son histoire, ses habitantes, ses productions" (1863).

- "Traité des plantes de terre de bruyére" (1864).

- "L´Horticulture en Hollande" (1865).

- "Les plantes à feuillage ornamental" (1866).

- "Les fougères" (en colaboración, 1867).

- "En mois en Russie" (1870).

- "L`Art des Jardins" (1879).

 

 CAPITULO 2: EL PLAN ANDRÉ PARA MONTEVIDEO

2.1 CONSIDERACIONES SOBRE LA CIUDAD

Edouard André comienza el informe presentado a la Junta Económica Administrativa de Montevideo con breves consideraciones sobre la ciudad.

Montevideo, según el paisajista francés, tiene 2 características principales; por un lado, el terreno es "risueño, movido y pintoresco” y por otro, le llama la atención la ausencia casi total de vegetación arbórea. En su libro "L´Art des Jardins", en el capítulo sobre Estética hace referencia al concepto de "pintoresco", bien diferente del concepto de "bello". Lo define como lo que impacta rápidamente, de forma extraña, pero al mismo tiempo agradable. Al tratar los principios de la composición de jardines se refiere al carácter del lugar y los clasifica en 3 tipos:

1.- el noble o grandioso

2.- el alegre o risueño

3.- el pintoresco o salvaje

Como ejemplo de género o carácter, noble o grandioso, cita André las montañas o el mar.

El género alegre, serían las escenas campestres, las que se presentan más a menudo al paisajista.

No debemos olvidar que escribe desde Francia con una actitud eurocentrista.

En cuanto al género pintoresco (a diferencia de los otros donde aconseja para el grandioso la línea recta y para el alegre la línea curva), lo más importante sería conservar, en lo posible, el paisaje natural.

Considera André que, para una ciudad construida casi enteramente en manzanas regulares, con sólo algunas diagonales, tratar de introducir cambios para revertir la situación de falta de verde, introduciendo árboles, flores, y césped sería muy costoso.

Propone entonces potenciar los espacios públicos existentes y ajardinar las plazas y parques creando algunos nuevos.

En 1890 cuando André visita Montevideo, la bahía conservaba todo el encanto de su paisaje natural y de su puerto.

La ciudad, que desde la península crecía hacia el norte por la zona de la Aguada, tenía posibilidades aún de conservar como espectáculo urbano, la bahía y potenciar la costa del río de la Plata.

Evidentemente André supo bien percibir esa atracción "pintoresca", como la define y elogia, por los 20 kilómetros de costa desde la base del Cerro hasta al Cementerio del Buceo.

Lo que no parece interesarle porque no los menciona, son los balnearios de Ramírez y Pocitos, ambos instalados desde 1873 y muy concurridos durante la estación estival.

Theodor Child escribía en “Les Républiques hispanoaméricaines” de 1890 que: "Durante el verano Montevideo atrae a mucha gente; vienen hasta de Buenos Aires en la estación de los baños. Se han habilitado dos playas de arena fina y todos los elementos necesarios, en Ramírez y Pocitos, ambas a poca distancia de la ciudad y servidas por tranvías (...). Hay en ambos puntos cafés y restaurantes que se añaden al agrado de su visita".

Es imposible que no haya conocido André estos balnearios. Simplemente no les adjudicó ninguna característica singular o notable para ser incluidos en su Plan. Quizá como a T. Child pueden haberle parecido que "[...] ni uno ni otro lugar son tan deliciosos como se creería, de atenderse a las descripciones de los nativos. Son aceptables, eso es todo; por lo demás no hay nada mejor".

2.1.A - Nuevas Áreas Verdes y Transformaciones de las existentes.

En ese momento Montevideo tenía solamente El Prado, como parque habilitado en 1873, en calidad de recreo privado y conocido entonces como El Prado Oriental. En 1889 el Estado compra las tierras librándolas al público.

La ciudad contaba con 5 plazas; la Constitución, la primera arbolada de la ciudad por Margat después de la Guerra Grande, la Plaza Independencia, la Cagancha o Libertad, la de los Treinta y Tres, la General Flores, en el sitio donde hoy se levanta el Palacio Legislativo y la Sarandí o de Frutos, donde luego se construyó la Facultad de Medicina.

André propone aumentar el número de parques públicos distribuidos en la ciudad.

El Prado, incrementado en su área, pasaría a llamarse parque del Miguelete.

En las nacientes del arroyo de los Pocitos, visibles por aquel entonces, propone otro parque, el Central.

En el Cerrito, que lo entusiasma por su condición de mirador de la ciudad, propone el parque del Cerrito y atrás del cementerio Central, en terrenos que él describe como "rocosos", ubicaría el parque del Sur, al lado de un pequeño puerto de yates.

En cuanto a las plazas, aconseja forestar lo más posible las ya existentes y ajardinar el terreno que ocupaba el fuerte de San José y que por ley de 1878 fue demolido para destinar el terreno a espacio pública.

Propone además crear 4 nuevas plazas; la de la República sobre la calle República; la de Palmira cerca de la calle Nueva Palmira, una tercera delante de la iglesia del Reducto y la cuarta delante de la iglesia de la Aguada. En su Plan considera otras plazas, de superficie y formas variadas, que no describe, en las intersecciones de las nuevas calles por él propuestas.

De lo cual resultarían: 12 hectáreas destinadas a "squares" y 223 hectáreas a parques y plazas.

Preferimos mantener la palabra inglesa "square", que es la que usa André en su informe a la Junta.

En "L Art des Jardins", André aclara que no le satisface la palabra "square" y propone el de "oasis". Con esa denominación evidencia el carácter de jardín pequeño, de placer, que él entiende conviene a la plaza, un espacio de intimidad cotidiana.

Pasemos rápida y específica revista a alguna de sus iniciativas más nítidas.

2.1.A1 : El Parque del Miguelete

André estaba informado sobre el origen de El Prado, una antigua quinta privada, perteneciente a D. José de Buschental y forestada con ayuda de Lasseaux, técnico francés, en la cual observa el hecho de haber utilizado casi exclusivamente especies vegetales exóticas.

En el Informe presentado a la Junta, André no menciona a Buschental, ni a Lasseaux, en cambio sí lo hace en la Revue Hortícole de 1895, en su artículo "Le Parc du Miguelete à Montévideo" (op.cit.). En este artículo con muy pocas variantes con respecto al Informe oficial, divulga el proyecto del Parque. Lo acompaña con una Planta general y el boceto del Restaurante, idénticos a los que constan en el Informe.

En el Prado, André lamenta el que se hayan plantado tantos eucalyptus. Para André, un eucaliptus aislado puede estar bien, pero “(…) en grupo se debilitan y son de tal voracidad que excluyen toda otra vegetación vecina”. Demostraba aquí el paisajista francés sus conocimientos botánicos, hoy, un siglo después seguimos enfrentados al mismo problema.

Considerando que con el tiempo se transformaría en la zona más elegante de la ciudad - tanto que la compara con el Bois de Boulogne- propone que los terrenos frente al parque, se loteen para, de esa manera, solventar los gastos de su remodelación. Agrega que dichos loteos podrían ser hechos por la Municipalidad o por particulares.

Aconseja aumentar moderadamente la superficie del Parque, mediante la compra de fincas linderas, llevándolo hasta la avenida Agraciada.

Actualmente son 102 hectáreas de Parque y André proponía 75 hectáreas (en el plano adjunto al informe señala exactamente 74 hec. 85).

Un bulevar arbolado circunvalaría el parque, cerrado con rejas, y previéndose 5 entradas. La más importante estaría señalada por la avenida 19 de abril, rectificada, para conectarse en mejor ángulo a su llegada al parque, en sustitución de la antigua entrada principal, sobre el camino Castro.

Si hacemos un análisis del Parque y sus alrededores, la calle 19 de abril que no fue rectificada de acuerdo al proyecto y su continuación por Lucas Obes, con su magnífico arbolado de plátanos, serían un consejo para la Municipalidad, de modo de potenciar la entrada desde el centro de la ciudad a esta Área Verde del Montevideo de hoy.

En el interior del parque propone una caminería diferenciada; una para carruajes (de 14 m de ancho) bordeada de veredas, otra para paseantes a caballo, y otra red de caminos reservada al peatón. Habida cuenta de las diferencias en el tipo de vehículos, sigue teniendo importancia el distinguir diferentes velocidades de tránsito y observación.

Al Hotel existente en aquel momento, en la ex-casa Buschental, propone sustituirlo, en el mismo lugar, por otro más acorde a necesidades específicas, manteniendo la jardinería existente. Años más tarde, efectivamente, se construye allí un Restaurante, actualmente en concesión.

En cuanto el arroyo Miguelete, que atraviesa el parque, consideró que debían hacerse varios trabajos para su acondicionamiento.

En primer lugar, para asegurar la navegación de placer con embarcaderos y pabellones para botes, se debería ensanchar su cauce. El mejor efecto paisajístico cree André que se lograría si se extendiera el parque, por la ribera del arroyo hasta el Paso Molino, es decir, hasta la avenida Agraciada.

Al interior del parque, las aguas podrían tratarse de variadas maneras. Su propuesta consiste en diversificar los atractivos. Se instalaría un "lechería de lujo". El arroyo allí se modificaría, resultando en la creación de varias islas unidas por puentes.

El proyecto incluye además un área para la cría de ciervos, invernáculos, juegos de niños, glorietas, pajarera, quioscos de venta, fuentes, cascadas, grutas, sin olvidar los servicios; jardín de multiplicación de plantas, baños públicos ("orinales" y "chalets de señoras"), vivienda para el jardinero, etc.

 
2.1.A2 : El Parque Central

Esta propuesta de parque nuevo se basa en la necesidad de un área verde pública más cercana a la ciudad. La característica de este parque sería la de estar destinado sobre todo a quienes les resulta oneroso el traslado hasta El Prado (parque Miguelete según la propuesta) distante 6 Km. del centro.

Una vez más recordamos las realizaciones urbanas en el París de Napoleón III, donde el Bois de Boulogne estaba destinado a las clases altas, económica y socialmente consideradas, y el Bois de Vincennes a las clases bajas.

El sitio elegido era un terreno alto, con pocas construcciones, a final de la avenida 18 de Julio. Desde allí se lograba por ese entonces, una hermosa vista sobre el río de la Plata, desde las nacientes del arroyo de los Pocitos.

Consideraba André que esa era la dirección preferencial del crecimiento de la ciudad.

Establece la similitud con el Central Park, que fue construido en un extremo y luego quedó en posición central de Nueva York; lo mismo sucedería aquí en Montevideo.

André no se equivocaba en cuanto a su apreciación sobre el futuro de la capital, puesto que hacia fines de siglo XIX la zona elegante y las mejores viviendas se localizaron alrededor de El Prado, desde principios del siglo XX el crecimiento de la ciudad siguió el eje de las avenidas 18 de julio y 8 de Octubre. El centro urbano fue desplazándose desde la Ciudad Vieja hacia el Este.

Aquí el proyectista, al encontrarse con un terreno libre, tenía más posibilidades de dejar volar su imaginación.

No cubría el terreno vegetación que valiera la pena mantener, por lo que propone forestar con especies indígenas ornamentales, árboles y arbustos, que él mismo había descubierto en sus excursiones por todo el país.

Sería tan grande como el del Miguelete (75 hectáreas), rodeado también de un bulevar de circunvalación con viviendas alineadas, de frente al parque, según el modelo de los "crescents" ingleses. Es decir, pequeñas viviendas sin retiros laterales que forman un único edificio de línea curva. En el caso del parque Central, propone además lotes privilegiados, no separados del parque por el bulevar, cuyo jardín delantero estaría unido al mismo.

Todo en función de que sea el Estado quien se beneficie y pueda así financiar las obras con lo obtenido de la venta de los terrenos, los cuales incrementarían considerablemente su valor.

El parque conlleva diversas atracciones. Un lago de 2 hectáreas ½, ubicado en lo que antes era un lodazal. Un Jardín Zoológico, que hubiera sido el primero de Montevideo, en el que los animales no estarían confiados en jaulas, sino diseminados con un carácter agreste y natural.

El Jardín Botánico propuesto, de 6 hectáreas rodeado de rejas para su control especial, estaría integrado por el Museo de Historia Natural, el jardín de cultivo y parterres decorativos, un Arboretum, Escuelas (de botánica, de árboles frutales y otras dedicadas al cultivo de flores), sin olvidar los invernaderos.

Este nuevo parque quedaría conectado al cruce de las importantes vías de circulación, 18 de julio, 8 de octubre y el Bulevar Artigas, por una "gran rambla de paseo" enarenada, plantada de árboles simétricamente dispuestos, adornada de "parterres", de fuentes, de restaurantes, de quioscos de música, pabellones de juegos para niños y adultos. Se podría crear, sostiene André, una "Academia de deportes o juegos populares".

En 1911, el paisajista francés, Charles Thays radicado en Buenos Aires, es el encargado de proyectar el parque Central (hoy José Batlle y Ordóñez) en terrenos donados por un particular, prácticamente en el sitio que André había señalado. Presenta un proyecto con varias connotaciones al de André, incluye también un Zoológico y un Botánico, Gimnasio y Museo. Evidentemente Thays estuvo en conocimiento del proyecto anterior.

La prensa de la época, el diario oficialista "El Día", cuando comenta, elogiándolo, el proyecto de Thays, menciona el plano presentado por André en el Rapport entregado a la Junta en 1891.

2.1.A3 : El Parque del Sur

Es otra área nueva junto al cementerio Central, André la presenta como el sitio más "pintoresco" de la ciudad, conectado con el también propuesto Bulevar Marítimo.

Propone 16 hectáreas de parque, con especies que resistan los vientos del mar.

El terreno rocoso y escarpado le hace recordar el parque de Buttes-Chaumont por él proyectado en París, en terrenos de una antigua cantera.

Cercano a este parque se ubicaría un pequeño puerto de regatas de sólo 1 hectárea.

No presenta André plano de este parque en su Informe a la Junta, por lo menos en el ejemplar manuscrito que conocemos.

2.1.A4 : El Parque del Cerrito

En este caso André señala que no presenta Planos porque el terreno elegido está fuera de los límites de la ciudad.

El sitio para este nuevo parque lo elige en razón de las dioritas aflorantes.

Propone especies indígenas.

En razón de lo elevado del sitio, es un lugar adecuado para ubicar un Observatorio "astronómico y meteorológico".

Aconseja, como para los otros parques, lotear los terrenos colindantes.

 2.1.A5 : La Costa de la Bahía y del Río de la Plata

Si su Plan se hubiera realizado, la hermosa costa de la Bahía presentaría las perspectivas más destacables del paisaje urbano montevideano. Hoy sólo podemos lamentarnos de haber perdido irreversiblemente esta hermosa franja de tierra, como paseo urbano.

André proponía, empezando desde el Cerro, una vía costera hasta el arroyo Miguelete. A esa altura, junto a la bahía, proyectaba el "Gran paseo nacional", ganando sobre el agua 45 hectáreas. El proyecto plantea contra la costa una línea de edificios que André supone podrán detener el viento pampero.

Un paseo rodeado de avenidas arboladas, se construiría detrás de los edificios con frente a la bahía.

A cada uno de los extremos, 2 estaciones ferroviarias, la de mercancías y la de pasajeros. Aclaremos que aún no estaba construida la actual sobre la calle La Paz.

Este paseo se conectaría con la plaza Flores, por una franja de 1 kilómetro de largo y una superficie total de 3 hectáreas 4 áreas, con una estrategia muy interesante para atender el futuro crecimiento de la ciudad.

En ese paseo se crearían jardines muy amplios, compuestos de césped y macizos de arbustos de un mantenimiento poco costoso.

Podría suceder, anota André, que la situación de Montevideo la transforme en una ciudad tan próspera en el provenir, para permitirle conservar esos jardines en su destino original; o bien estaría forzada la Municipalidad a enajenarlos cuando hubieran adquirido una plus-valía suficiente.

En este último caso su venta tendría lugar bajo ciertas condiciones restrictivas; cercar los terrenos con rejas y setos vegetales, prohibiendo los muros, construir a una distancia mínima de 6 m. del borde del bulevar, variar el estilo de las construcciones y someter los diseños de ejecución a la aprobación del Servicio de Arquitectura, impedir todo cultivo hortícola o frutícola, mantener los jardines de una manera elegante y conforme a las prescripciones dictadas al efecto.

Con visión de urbanista, André aconseja a las autoridades municipales de fines del siglo XIX, retener tierras para controlar la relación entre el espacio libre y el espacio construido.

Lamentablemente en Montevideo, fueron el agrimensor y el empresario inmobiliario quienes en definitiva concretaron la urbanización del área rural según la ideología dominante, donde la empresa privada era protagonista de los procesos de cambio.

En el entorno de 1890 se registra una tasa de crecimiento poblacional del 30 % en todo el país. La población de Montevideo que en 1860 era de 57.916 habitantes, pasa en 1889 a 215.061 habitantes (de ARANA, M. y otros: "El Montevideo de la expansión". Mdeo. 1983).

Después de la calle Miguelete, seguiría el bulevar marítimo contorneando la península.

Donde hoy se ubica la plaza España, proponía una "Explanada marítima". Se ganarían 12 o 14 hectáreas al mar, de las cuales sólo 3, serían para la Explanada, entonces se podría proyectar un nuevo barrio, dice André; de hecho, lotear tierras en áreas centrales a beneficio de la Municipalidad.

Seguiría el bulevar la costa, pasando por la playa Ramírez, sin hacer André aquí ninguna propuesta especial, luego por el faro de Punta Carretas y el balneario Pocitos, sobre el cual tampoco hay propuestas. Sólo menciona que en Pocitos hay un pequeño pueblo.

Terminaría el bulevar en las dunas que se extendían hasta el camino de Propios, las cuales podrían ser plantadas con pino marítimo y otras especies.

 
2.1.B - Plazas y squares.

Cuando André envía este Informe a la Junta Económica Administrativa, fechado en París el 19 de febrero de 1891, con anterioridad debe haber presentado el proyecto de las plazas Zabala y Cagancha (Libertad).

En su artículo sobre "Le Parc du Miguelete" en la Revue Horticole que ya hemos citado, se refiere a que bajo su dirección “se realizó la plaza Zabala".

 

2.1.B1 : Plazas Zabala y Cagancha (Libertad)

Con respecto a la plaza Zabala, fue inaugurada como Jardín Zabala, el 31 de diciembre 1890.

Por el presupuesto que acompaña el Informe, sabemos que para la plaza Cagancha sólo propone pequeñas modificaciones.

Los planos de ambas plazas no acompañan el Informe.

2.1.B2 : Plaza de la Independencia

Le adjudica André gran importancia a esta plaza, en su rol dentro de la ciudad, pues propone el ensanchar las calles de circunvalación, lo cual "permitiría el desfile de las tropas de los días de fiesta".

El terreno de la plaza es muy alto, en realidad la plaza tiene que ser tratada como un terraplén elevado sobre las veredas.

André menciona en el Informe que trabajó sobre planos dados por la Dirección de Caminos, pero que no eran muy exactos.

André consideró mayores desniveles que los reales, para describirla como un "terraplén".  Por otro lado en el plano y la perspectiva que acompañan el Informe, no se nota la diferencia de niveles, entre la plaza misma y las veredas, aunque se señalan escaleras. Otro error sería adjudicarle 2 hectáreas, cuando en realidad son 4 hectáreas.

Para toda plaza, André como sus contemporáneos, ignora la topografía del lugar y las plantas siempre son diseñadas y realizadas en un sólo plano horizontal.

Escribía André en su Informe: "El gran eje longitudinal sería colocado en la prolongación de la calle 18 de Julio y sería ocupado por una avenida de datileras de las canarias (Phoenix canariensis); esta palmera crece particularmente bien en Montevideo (...) Cuatro "parterres" simétricos ocuparán el medio de cuatro divisiones principales de la plaza".

Además de las palmeras proponía un alineamiento de plátanos enmarcando los “parterres”.

Esta idea de los 4 "parterres" fue la que retomó Thays en 1905, y sobre la cual en definitiva se construyó la plaza.

Según el plano de André, al centro proyectaba una fuente y estatuas. Se completaba el estudio con la ubicación de un Café-restaurante, y quioscos de venta. Todo bien iluminado a gas, y con los servicios necesarios para hacer de esa plaza un paseo agradable.

Con ese objetivo es que "(...) las cuatro esquinas, y una parte de los costados estarían rodeados de rejas bajas o de balaustradas, de manera de impedir la gran circulación diagonal y conservar para la plaza de la Independencia su carácter calmo y su destino de lugar recreativo y de reposo".

 

2.1.B3 : La Plaza Artola (Hoy de los Treinta y Tres)

Aquí trabaja el diseño sobre la base de un cuadrado, con avenidas según las medianeras, cruzándose en el centro, ocupado por una fuente "ya existente" según dice la leyenda que acompaña el plano.

Es el mismo criterio manifestado para la plaza Independencia; impedir que se transforme en espacio de circulación si los caminos fueran según las diagonales del cuadrado, y hacer del lugar un "oasis" en la ciudad.

La plaza fue construida siguiendo la estructura de caminos proyectada por André, no así las plantaciones.

Hoy, sumamente modificada, sólo conserva la fuente, pero tampoco en la posición central prevista.

En el plano que acompaña el Informe, se menciona que estaría enrejada y se señalan 4 entradas. En cuanto a la vegetación, André propone: "cuadros de eucalyptus", "arbustos siempreverdes y coníferas", "palmas", "parterres" y "macizos de flores".

Tenemos que recordar aquí lo que André escribía en "L`Art des Jardíns", sobre los jardines meridionales, donde según él, debería mantenerse el verde todo el año. 

 

2.1.B4 : La Plaza de la Constitución 

Para esta plaza plantea una estructura señalada por la caminería, similar a la de la plaza de los Treinta y Tres, lo cual hubiera cambiado totalmente lo existente. El proyecto no fue realizado.

Estas dos últimas plazas mencionadas se diferencian en sus planteos estructurales, en que la de los Treinta y Tres, tiene dos ejes de simetría y la Constitución uno solo, debido a la incorporación de un quiosco de música sobre la calle Sarandí.

Para esta plaza la especificación de las plantaciones es muy escueta: "palmas", "macizos de flores" y "avenidas de árboles".

 

2.1.B5 : La Plaza Sarandí

Con respecto a las plazas Flores y Sarandí (de las cuales tenemos los planos junto con el Informe), son más libres en su diseño. A semejanza de la Zabala, la línea curva domina.

En los planos las señala con el nombre español de "plaza", pero en el Informe, se refiere a ellas como "squares".

Para la Sarandí, en la leyenda que acompaña el plano, se señalan rejas y quioscos (de refrescos y juguetes), una fuente Wallace, bancos y "orinales”.

Un lago en serpentina sería el centro de la composición, tratando el espacio como un pequeño parque, completado con un "puente rústico" y un "abrigo para patos".

Una avenida de plátanos la rodearía.

 

2.1.B6 : La Plaza Flores

En cuanto a la plaza Flores, proyecto tampoco realizado, Ed. André la difundió en otra publicación permitiéndonos conocer más en detalle su propuesta.

En "Les plans de jardins et de parcs paysagers" de 1894 (ob.cit.) la presenta como modelo para la costa mediterránea.

André observa que el jardín público obedece a reglas diferentes que el jardín privado; específicamente por estar destinado a numeroso público, para lo cual debe asegurarse ante todo una fácil circulación. Se deben procurar lugares adecuados para el juego de los niños.

Agrega que es conveniente atraer la atención del público elegante con una buena decoración de manera que las construcciones, de utilidad o de ornamento, sean bien cuidadas en su arquitectura.

Propone que, para las zonas meridionales, entre las que incluye Uruguay, se debería conseguir una primavera perpetua con especies vegetales de hoja permanente, tratando de que la idea del invierno desaparezca.

Efectivamente en las leyendas que acompañan sus planos sólo menciona "arbustos siempreverdes", "coníferas", "palmas" o "eucalyptus".

El planteo presentado para la plaza Flores se desarrolla en un trapecio irregular, cerrado con rejas, con entradas en los 4 ángulos, rodeada de avenidas de "schinus molle".

Presenta en esta ocasión el proyecto completo, con la lista de plantaciones; árboles, arbustos y flores.

En el plano que acompaña el Informe, en su planteo la plaza es igual, pero presenta algunas modificaciones en cuando a los elementos aislados. En el Informe propone en sitio destacado un "Piedra meteorológica", más tarde, en la citada publicación, ubica allí una estatua.

Podemos afirmar entonces que, en 1894, 3 años después de haber enviado su Informe a la Junta, André seguía trabajando para Montevideo y pensando que su Plan para la ciudad se realizaría; prueba de esto es lo publicado en lo Revue Horticole de 1895 sobre su planteo para el parque del Miguelete.

 

2.1.C - La red vial

Tal como lo expresa desde el comienzo, no presenta grandes cambios viales para las áreas ya construidas, en atención a lo elevado de los costos.

El 15 de octubre de 1887, otro francés, Norberto Maillart había propuesto al Poder Ejecutivo un "Plan de trazado viario y monumental".

Maillart según los documentos que conocemos se presentó como "arquitecto diplomado por el Gobierno francés, laureado por el Instituto de Francia, distinguido con un gran premio de Roma y premiado en diversos certámenes en Bellas Artes”.

Su propuesta comprendía la construcción de dos avenidas y una gran plaza (coincidente casi con la ubicación de la plaza Flores), todo en función de la ubicación del Palacio de los Altos Poderes del Estado.

Era un proyecto de especulación inmobiliaria. La empresa, representada por Maillart, se comprometía a la construcción de las obras, a cambio de que el gobierno le cediera los terrenos expropiados al borde de las avenidas proyectadas, sin gravámenes inmobiliarios durante veinte años.

El Parlamento terminó aprobando el Plan Maillart con algunas modificaciones, la más importante es que se decidió la construcción de tres edificios, uno para cada poder del Estado; el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, en lugar de concentrar todo en un sólo edificio.

Era un planteo estético-monumental, con referencias formales muy claras a las realizaciones urbanísticas de París, en el período de Napoleón III.

Este Plan Maillart fue presentado y tratado a nivel del Gobierno central, la Junta de Montevideo quedó fuera de la discusión.

El 28 de febrero de 1889, se firmó un convenio entre el Gobierno y Norberto Maillart aceptando la propuesta. El 18 de enero anterior se había concretado la Ley correspondiente, llamada de Espacios Públicos.

Al mismo tiempo la Junta, es decir el gobierno municipal, estaba contratando con André el planteo de un Plan global para considerar la ciudad en su conjunto.

Ni la Junta, ni André, podían por lo tanto ignorar a Maillart; pero ésta era una propuesta menor, de empresa privada, de ninguna manera tenía la visión de futuro presentada por André.

André propone así, mantener lo que ya era ley.

La red de comunicaciones viales tiene en el parque Central un punto importante, al unirse allí dos avenidas claves para la ciudad; el bulevar Artigas y 18 de Julio.

El Bulevar Artigas, según ley de 1878, fue propuesto como bulevar de circunvalación de la ciudad, André lo mantiene en su Plan. Le adjudica un ancho menor, de 40 m. lo pasa a 30 m. (André debió ser mal informado, la ley le adjudicaba al bulevar un ancho de 50 m.)

Hacia el sur, llegaría hasta el faro de Punta Carretas como estaba previsto, pero no en línea recta, sino con una curva final que respetaría la topografía del lugar.

El bulevar, pese a todo, se continuó en línea recta, desestimando la atinada propuesta de André y partió la península de Punta Carretas artificialmente en dos.

Según el plano presentado por André, hubiera seguido el camino lógico, por la parte alta del terreno, las hoy calles Ellaurí y J. L. Zorrilla de San Martín.

El bulevar de circunvalación, así denominado también por André, en su dirección norte, se conectaría con las otras avenidas importantes de la ciudad; Larrañaga, Agraciada, 19 de Abril y Goes. Se entraría al centro por la avenida Gral. Rondeau o por el paseo marítimo propuesto por André en la zona de la Aguada.

El bulevar abarcaría así 4.500 hectáreas de tierras urbanas entre la bahía y el río de la Plata.

André opinaba que, como la ciudad actual comprendía 550 hectáreas, había margen considerable para su extensión.

En el Informe se concede importancia prioritaria a la red vial, en los trabajos de transformación de Montevideo, se "formaría una sucesión de comunicaciones arboladas, mezcladas de plazas y "squares" en todas las intersecciones principales".

Estaban propuestos:

- 14.750 m. de vías nuevas de 20 m. de ancho.

- 28.750 m. de vías nuevas de 30 m. de ancho.

Todas las vías de más de 20 m. de ancho serían arboladas. No específica plantación para ninguna de ellas, en general propone especies homogéneas para toda forestación urbana y en especial el plátano para las vías principales.

No podemos afirmarlo documentadamente, pero teniendo en cuenta que desde 1891, la Dirección de Paseos, dependiente de la Junta Económica Administrativa de Montevideo, comienza la plantación de plátanos en las calles de Montevideo, resulta obvio suponer, que esta indicación del paisajista francés fue atendida.

 

2.2 PRESUPUESTO

El informe viene acompañado de un Presupuesto no detallado, sino que da solamente totales de obra a realizar.

Para poder comprar los montos adjudicados a cada trabajo, que nos ayuden también a señalar a que obras se les asignaba mayor importancia, presentamos aquí algunas cifras como guía (la moneda son Francos Franceses):

1.- Parque del Miguelete (Prado), incluye la avenida 19 de Abril, pero no construcciones.  

FF. 1.486.000

Los trabajos estarían terminados en 3 años.

2.- Parque Central, no incluye construcciones.

FF. 1.398.700

3.- Parque del Cerrito, del Sur, Explana Marítima y Gran paseo Nacional (sin detallar separadamente).

FF. 2.000.000

4.- Plaza Independencia, incluye las fuentes, pero no el monumento.

FF. 163.420

5.- "Squares" varios, se dan sólo los montos totales:

a.- Plaza Cagancha - FF. 3.000

b.- Plaza Artola - FF. 28.000

c.- Plaza Constitución - FF. 28.000

d.- Plaza Flores - FF. 29.000

e.- Plaza Sarandí o de Frutos - FF. 51.000

f.- Plaza Zabala (ya terminada) - FF. 51.000

g.- Plaza República - FF. 39.000

h.- plaza Palmira - FF. 18.000

i.-  plaza del Reducto - FF. 19.000

El monto total ascendería a la suma de FF. 215.000

6.- Plazas diversas, bulevares, avenidas, bulevares marítimos y dunas sin presupuestar.

El monto total del Presupuesto presentado por André asciende a:

FF. 5.236.920

El conocimiento y estudio del Plan André para Montevideo realizado a solicitud de la Junta Económica Administrativa en 1890, cambia notoriamente la historia urbana de la capital del Uruguay, señalando cortes temporales diferentes, que obligan a una revisión, no sólo la historia de la ciudad específicamente, sino de la historia socio-política y de los hombres que en 1890 se plantearon la Utopía de una ciudad, Montevideo, creciendo como un todo armónico.

Los trabajos de André para nuestro País, increíblemente ignorados durante tanto tiempo, merecen la atención de paisajistas, urbanistas y botánicos.

Una breve y clara valoración desde Montevideo, a la vasta obra de un hombre de prestigio internacional, que trabajó, enseñó y escribió tanto, podemos concretarla en dos puntos:

1.-La obra de André como paisajista, presenta un solo trabajo donde haya tenido la oportunidad de considerar una ciudad en su totalidad: Montevideo.

Cada ciudad es sólo esa ciudad, pero Montevideo en el concierto de muchas otras, está señalada a la connotación de lo fantástico, de un imaginario propio al que André contribuyó a modelar.

2.-Es de interés patrimonial para nuestra ciudad y para el resto del mundo, conservar una obra de un paisajista francés de fama mundial. Ed. André, con pocas modificaciones, donde se puede rescatar la lectura de su proyecto inicial; la plaza Zabala en la Ciudad Vieja de Montevideo.

 

Documento Facsimilar de RAPPORT SUR LE PROJECT DE TRANSFORMATION ET D'EMBELLISSEMENT DE LA VILLE DE MONTEVIDEO (URUGUAY), 

por Ed. André, 1890, custodiado en el Museo de Historia Nacional, Casa de Lavalleja

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 Planos y dibujos tomados del Documento original:

plan Montevideo Ed Andre 1891 CON MARCA DE AGUA* Sobre el que antecede, ver nota al pie de las fotos

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parc ed Andre 1891 Montevideo MARCA DE AGUA

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* Nota: CONTRIBUCIÓN DE BÉNÉDICTE LECLERC,  Architecte dplg Historienne EHESS

Montevideo 1891.  Plano general de la ciudad de Montevideo, incluyendo los parques, jardines públicos, plazas, boulevard marítimo, avenidas plantadas, vías nuevas o rectificadas, división parcial en lotes.

Presentado por Ed André, Arquitecto Paisajista.  Paris, Enero 1891.

 A. Vías antiguas rectificadas

B. Vías nuevas

C. Construcciones antiguas

D. Construcciones proyectadas

E. Vías antiguas conservadas

F. Médanos a plantar y rectificar

G. Plaza Zabala

H. Plaza de la Constitución

I. Plaza de la Independencia

J. Plaza Cagancha

K. Nuevo palacio de Gobierno

L. Plaza Artola

M. Plaza de la Republica

N. Plaza Palmira

O. Plaza Sarandi

P. Plaza de Flores

Q. Palacio legislativo

R. Puerto de regatas

S. Bulevard marítimo

T. Explanada marítima

U. Gran Parco nacional

V. Plaza del puerto

W. Muelles

X. Plaza del Reducto

a. Plazas nuevas

b. Caminos de Propios (límite de la ciudad)

c. Faro

d. Cementerio Central

e. Monumento proyectado

f. Hipódromo de Maroñas

g. Escuela de Artes y Oficios

h. Hospital Italiano

i. Palacio de Gobierno (actual)

j. Mercado Central

k. Teatro Solís

l. Cabildo

m. Iglesia Catedral

n. Asilo de huérfanos

o. Tribunal Supremo de Justicia

p. Universidad

q. Hospital de la Caridad

r. Ferro Carril del Norte

s. Ferro Carril central

t. Aduana

u. Manzanas

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CAPITULO 3: TRADUCCIÓN DEL DOCUMENTO FACSIMILAR "PROYECTO DE TRANSFORMACIÓN Y DE EMBELLECIMIENTO DE LA CIUDAD DE MONTEVIDEO (URUGUAY)" PRESENTADO A LA JUNTA ECONÓMICA ADMINISTRATIVA POR MR. ED. ANDRÉ, ARQUITECTO PAISAJISTA DE PARÍS. Memoria Explicativa

"Rapport sur le projet de tranformation et d`embellissement de la Ville de Montevideo (Uruguay) présenté à la Junta Económico-Administrativa por Mr. Ed. André, Architecte-paysagiste à Paris".

A continuación, se transcribe la traducción del manuscrito original, fotocopiado y archivado en el Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad de Arquitectura de Montevideo. La fotocopia fue tomada con el consentimiento de quien por entonces era dueño del Documento original, y previo al ofrecimiento y la compra del mismo por el Museo Histórico Nacional, Archivo de la Casa de Rivera.

Agradecemos la colaboración prestada por la Arq. Olga Larnaudie, para realizar esta traducción, en nuestra función Docente de investigación del I.H.A.

Señor Presidente,

Consideraciones Generales. Antes de comenzar la descripción del proyecto que la Junta Económica Administrativa me ha encargado de diseñar para la transformación y el embellecimiento de la Ciudad de Montevideo, creo útil presentar las observaciones generales que han motivado mi percepción del desarrollo futuro de la capital del Uruguay.

El viajero que llega por primera vez a Montevideo se siente impactado principalmente por dos cosas: el aspecto risueño, movido, pintoresco del terreno sobre el cual la ciudad se desarrolla con elegancia; la ausencia casi total de vegetación en el perímetro de las construcciones actuales.

El trazado de la ciudad, basado en las viejas costumbres en uso en Madrid, y que consiste en aplicar un trazado regular a todo tipo de situación topográfica, explica a primera vista la división en cuadrados que fue la ley de la vieja y de la nueva ciudad (antigua ciudad y nueva ciudad (1). La parte más nueva (novísima ciudad (1) fue construida por los Ingenieros sobre un plan un poco diferente, inspirado en las exigencias de un terreno accidentado, por la necesidad de crear líneas diagonales dominando las comunicaciones más rápidas y más racionales, más en relación sobretodo, con las vías que conducen a los centros de población exteriores al departamento de Montevideo.

Toda la ciudad vieja y la primera parte de la ciudad nueva fueron construidas, casi enteramente de acuerdo al sistema rectangular, sería difícil, sin trabajos considerables y expropiaciones costosas compensar la ausencia casi total de árboles, de flores y de césped, motivada por la uniformidad del sistema de manzanas (1), será suficiente transformar en jardines públicos o squares (2) las plazas actualmente existentes.

Es este sistema el que he puesto en práctica en los planos presentados a Uds. y del que se encontrará la descripción más adelante.

En la segunda parte, más reciente, afectada a la nueva ciudad, una más grande variedad de aspectos es posible. Pero en lugar de actuar al azar tratando de ajustar extremo con extremo las vías actualmente existentes, he pensado que es digno de una gran ciudad cuyo desarrollo futuro puede hacer concebir brillantes esperanzas (a juzgar por su pasado) someter el conjunto de sus comunicaciones a una gran idea teórica que dominaría todas las aplicaciones prácticas. En consecuencia concebí como sigue los trabajos destinados a la expansión futura de la ciudad de Montevideo.

Límites marítimos

El desarrollo del río que se extiende desde la base del Cerro hasta el Cementerio del Buceo es de una longitud de más de 20 kilómetros admirablemente adaptados a la creación de un bulevar marítimo de primer orden y tal como existirían pocos en el mundo. El establecimiento de una serie de muebles y de paseos necesitaría un total de trabajos que es difícil prever desde ahora en su conjunto, pero se puede por supuesto dar las bases. Esta gran operación está, por otra parte, íntimamente ligada a la construcción del futuro puerto de Montevideo. Cualquiera que sea la configuración de ese puerto, se puede pensar que una vía costera sería suficiente desde la base del Cerro hasta la embocadura del Miguelete y también hasta los muelles (1) vecinos de la estación de mercaderías del Ferro-Carril Central.

Pero a partir de este último punto y contorneado la bahía del costado Norte, sería fácil conquistar al mar un espacio de 40 a 50 hectáreas que se extenderían hasta la calle del Miguelete al Sur y al oeste hasta la costa actual por donde pasa el ferrocarril. Desde la entrada de la calle del Miguelete, una simple rectificación del borde del mar permitiría contornear toda la península de la Ciudad Vieja por un gran paseo marítimo.

Se podría conseguir sobre la cara sur, una gran expansión de terreno (en T) y, alcanzar en dirección rectilínea los terrenos rocosos situados en los bajos del Cementerio Central. Levantando la última parte, hoy en día inutilizada, de ese cementerio, se podría crear en los terrenos baldíos que lo rodean un parque público de los más pintorescos, análogo en superficie y aspecto al parque "Buttes-Chaumont" de París. Nosotros lo llamaremos provisoriamente "Parque del Sur".

Desde ese punto, el bulevar marítimo, retomando sobre el mar los terrenos poco profundos, daría lugar al establecimiento de un pequeño puerto de placer para regata, regularizaría la playa Ramírez, pasaría al costado del Hipódromo del Este y se ramificaría cerca de la punta del faro, con las otras vías de un barrio nuevo indicado sobre el plano.

La prolongación de esta misma vía marítima permitiría alcanzar la parte baja del poblado de los Pocitos, contornear las dunas vecinas que serían plantadas con pinos marítimos y otras especies apropiadas y detenerse en el extremo este del Cementerio del Buceo, para unirse al camino de Propios.

Para realizar este proyecto, la reventa de los terrenos conquistados al mar o de aquellos provenientes de la rectificación de los alineamientos debería ser suficiente para solventar los mayores gastos, en espera de la etapa de la puesta en valor y prosperidad que será sin duda su consecuencia.

Grandes comunicaciones exteriores y sus relaciones con el exterior

Sin cambiar en nada las vías principales de la ciudad actual se las podría mejorar y armonizar mejor en conjunto. El ensanche de las veredas tomando del ancho de las calzadas sería deseable en la mayor parte de los casos, notoriamente para la calle Ibicuy y del General Rondeau se encontraría así un medio de plantar árboles a una mejor distancia de las viviendas y la circulación pública no perdería nada.

Es bueno recomendar desde el inicio, el principio de plantar especies homogéneas, proscribir completamente la variación de especies sobre la misma vía y emplear sobre todo el Plátano en las arterias más importantes.

Calle 18 de Julio y alrededores

Si se toma como centro la Plaza de la Independencia, se encontrará que la vía que prioritariamente debe atraer nuestra atención es la calle 18 de Julio y su prolongación desde el viejo Cementerio inglés hasta Las Tres Cruces (1).

Antes de la bifurcación de la calle Constituyente, la localización de este viejo cementerio inglés parece indicado para la erección de un nuevo Palacio de Gobierno. Colocando ese monumento casi al borde de la calle 18 de Julio se podría crear, atrás, un square (2) que se limitaría por el Palacio de Justicia y de donde partirían nuevos bulevares de dirección oblicua; el primero terminando en la Escuela de Artes y Oficios (1) el segundo deteniéndose sobre un ensanche del bulevar marítimo.

En frente del Palacio de Gobierno, en la dirección del Norte, el bulevar proyectado por M. Maillard podría ejecutarse. Se terminaría, cerca de la plaza Flores, por el Palacio Legislativo. Pero esta gran operación no podrá ser realizada más que por expropiaciones costosas y trabajos considerables de reajuste con las viejas calles, y siendo por otra parte confiada a una sociedad privada, no puedo señalarlo más que al pasar. Sería lo mismo para los dos bulevares oblicuos que mencioné y cuya ejecución no se impone como una necesidad inmediata.

Parque Central y alrededores

En el extremo de la calle 18 de Julio, al Sud-Oeste del Hospital Italiano, se encuentran grandes terrenos de un relieve muy variado y muy accidentado y de donde se ve el mar. Es allí que tiene su fuente el arroyo de los Pocitos.

La posición de este lugar en relación a Montevideo recuerda ciertamente a la del "Central Park" (2) de New York (2). El parque de la gran ciudad americana, colocado en el extremo de la población en el momento de su creación, se ha vuelto luego una realidad central, como lo indica su nombre. He pensado, al proponer estos terrenos actualmente cultivados, como sitio del futuro parque central de Montevideo, lo que no será una simple similitud de nombre con el célebre paseo neoyorkino. Quizás, en un futuro más lejano, este punto será en efecto el centro de Montevideo.

Bulevares de circunvalación

Es de este Parque Central que debe partir, según mi idea, toda la red de bulevares que pondrá en comunicación las partes exteriores de la ciudad y creará así un paseo ininterrumpido de primer orden. Ya el proyecto del Bulevar Artigas, trazado por los ingenieros de la ciudad, ha dado a esta idea, un comienzo de realización; he aceptado rápidamente esta propuesta no haciendo más que una reserva, la de llevar a 30 m solamente, en lugar de 40, el ancho de dicho bulevar; esta dimensión me parece suficiente para responder a todas las necesidades del porvenir. Estaría igualmente de acuerdo en no prolongar este bulevar en línea recta, más allá del Hipódromo del Este, pero haciéndola descender en dirección al Faro por curvas en relación a las pendientes del terreno.

El bulevar Artigas, aceptándolo en su dirección Norte, podría girar en ángulo recto atravesando el camino de Larrañaga, y llegar a la Avenida Agraciada entre el Mirador de Suárez y la Avenida 19 de Abril. El trecho que va del encuentro con Larrañaga hasta el camino de Goes tendría por objetivo poner esta vía en comunicación con la zona donde se encuentra el Hipódromo de Maroñas pasando delante del nuevo parque del Cerrito, del cual hablaré más adelante.

La continuación de la red forzaría la parte noroeste del camino de Larrañaga para dar un acceso de este lado al parque del Miguelete (antes Prado). Alrededor de este parque transformado, numerosas vías de comunicación, que se señalan en un plano de conjunto, multiplicarán las vías de acceso, sea al parque mismo, sea a los alrededores ya muy solicitados por la sociedad elegante de Montevideo.

Llegando al Paso Molino, centro de comunicación con los Pueblos de la Victoria, del Cerro, de Colón, el paseo de circunvalación se encontraría rodeado por el recorrido total de la avenida Agraciada, entrando al corazón de la Ciudad sea por la Avenida del General Rondeau, sea por la parte nueva de la Aguada conquistada al mar.

Agregamos que en el punto de encuentro de la Agraciada con la plaza Flores, un gran trecho de la avenida sería abierto sobre la plaza Sarandí, igualmente transformada, dirigiendo los recorridos sea al Este en los barrios atravesados por el camino Goes, sea al oeste sobre el gran Paseo Nacional, cuya descripción se encontrará más adelante.

Se habrá así efectuado un recorrido de una veintena de kilómetros partiendo de la plaza de la Independencia, para llegar sin alcanzar jamás a la nueva periferia de la ciudad, limitada legalmente por el camino de Propios. Esta gran vía, aún teórica, encierra la ciudad de Montevideo, en una amplitud de 9.500 metros desde la parte Este del Cementerio del Buceo hasta el Camino de Castro. La superficie total de la ciudad así limitada no será menor de 4.500 hectáreas. Si se compara esta superficie con las partes actualmente construidas, comprendiendo los patios y las calles no se llega a las 550 hectáreas, se ve que el resto de un margen considerable para el desarrollo futuro de la población. El perímetro así fijado podrá contener un millón y medio de habitantes.

Parques y squares (2) nuevos

Entre la parte Este del bulevar Artigas y las calles de la República y de Nueva Palmira, por un lado, y el barrio del Reducto del otro, se extendían de grandes terrenos, sólo algunas presentan construcciones aisladas desde donde la ciudad deberá extenderse en un futuro próximo. Los alrededores de la Cárcel Central, sobretodo, pueden ser objeto de modificación y loteos ejercerían una influencia considerable sobre el porvenir de esta región. Es una de las mayores razones que me han guiado para establecer dos Squares (2) principales (de la República y de Palmira) y varias plazas en la intersección de las grandes vías arboladas. Una parte solamente del nuevo loteo está indicado en estos barrios; el resto está representado por los cortes que pueden modificarse en el momento. Mi objetivo ha sido antes que nada marcar las direcciones principales que deben formar una red ininterrumpida y poner en comunicación todos los puntos esenciales de este distrito.

Más allá del Bulevar Artigas, siempre en la dirección del Este, entre la calle 8 de Octubre y la calle de Goes, se encuentra otro distrito que puede ser objetivo de un loteamiento análogo. Así las direcciones principales han sido indicadas, sea por la modificación de las grandes vías existentes, sea por la creación de las nuevas arterias.

En fin las dos vertientes del Arroyo Morales y la del Arroyo del Cerrito, a ambos lados del Camino de Larrañaga hasta el barrio de Atahualpa, constituirán un último y gran distrito limitando con el Miguelete y el Paso del Molino.

Conjunto de nueva red de comunicaciones

Así entendida, la red de vías madres que, a mi entender, debe dominar todos los otros trabajos de transformación de Montevideo formaría una sucesión de comunicaciones arboladas, mezcladas de plazas y de squares (2) en todas las intersecciones principales. La ciudad encontraría condiciones nuevas de higiene, grandes facilidades de acceso y de embellecimiento de manera de satisfacer todas las exigencias.

La proporción de estas vías plantadas en el conjunto, no podría ser fijado hoy más que de una manera general.

De manera general, mi proyecto comprende:

14750 metros lineales de vías nuevas de 20 metros (no comprende los loteos nuevos completos).

28750 metros lineales de vías de 30 metros.

750 hectáreas de superficie de loteos nuevos (completos), comprende las vías que los limitan.

22 hectáreas de superficie enarenadas, plazas, explanadas y comprende las partes no plantadas del Gran Paseo Nacional (1).

12 hectáreas, 10 áreas para los squares (2) viejos y nuevos.

223 hectáreas para los Parques Públicos y plantaciones de las grandes plazas.

Todas las vías deben estar bordeadas de árboles cuando pasen el ancho de 20 metros.

Fuera de las plazas, explanadas y paseos propiamente dichos, donde los árboles alineados pueden cubrir grandes superficies, las dimensiones ordinarias de las avenidas y bulevares deberán ser mantenidas entre 25 y 30 metros. Una derogación a este principio puede aplicarse a la avenida 19 de abril, rectificada, que debe constituir para la entrada al parque del Miguelete un acceso de carácter magistral.

Se encontrará a simple vista en el plan general, la relación entre vías antiguas conservadas en su dirección actual, con aquellas mismas vías rectificadas; han sido indicadas por letras y tintas de otro color. Las vías de nueva creación (o proyectadas) están representadas diversamente para que yo pueda disponer de los documentos que posee.

Conviene observar, no obstante, que los planos que puso amablemente a nuestra disposición el "Service de Chemins" (3) no era de una exactitud suficiente para que todas las direcciones indicadas puedan ser consideradas como rigurosas. El tiempo transcurrido para estos trabajos preparatorios no ha sido suficientemente largo para la "Dirección des Chemins" (3) que ha puesto toda la buena voluntad deseable para que yo pueda disponer de los documentos que posee.  

Por otra parte, en una concepción de este tipo, punto inicial de una vasta empresa que debe ser la obra de varios años, se deben aceptar primero las consideraciones teóricas. La práctica viene después, basada en estudios detallados, precisos, definitivos. Pero el conjunto de la idea no está nada alterada y la relación de las diversas partes está siempre presente a los ojos y al espíritu.

Después de la exposición de estas consideraciones generales, podremos pasar el examen de las diversas partes del proyecto sometido a la Junta y representado en los distintos diseños aquí anexados.

Parque del Miguelete (Prado)

El Prado, que podría nombrarse más convenientemente "Parque del Miguelete" según el nombre del curso del agua que la atraviesa, constituye el paseo favorito de los montevideanos. Fue plantado hace más de treinta años, bajo el cuidado de M. Buschental. Se encuentran allí un núcleo de plantaciones que ya constituyen ya un lugar sombreado muy bello, pero estas plantaciones, hechas con especies exóticas no todas apropiadas al clima de Montevideo, han quedado reducidas, por un mantenimiento insuficiente, a un pequeño número de especies vegetales. La mayor parte perteneciente a la Flora de Australia, del Japón y del Cabo de Buena Esperanza, y no se encuentra casi ninguna especie indígena de la América Austral. Los Eucalyptus dominan. Cuando ellos son representados por bellos ejemplares aislados, tienen un aspecto a menudo majestuoso y pintoresco, si, al contrario, están plantados en hilera o en grupo, se debilitan y son de tal voracidad que excluyen toda otra vegetación vecina.

El arroyo Miguelete no presenta un curso de agua interesante más que en los alrededores de la quinta del Campo y en la parte contigua a la quinta Sierra. Por lo menos esta superficie da una idea de lo que estas aguas podrían ser si fueran bien manejadas. El excelente partido que ha sido conseguido por M. Agustín de Castro, en la travesía de su propiedad, lo prueba abundantemente. Retomando estas aguas en su parte superior, donde ellas están hoy en día escondidas por pantanos casi inabordables, sería fácil obtener efectos de conjunto de primer orden y asegurar una navegación de placer cuyo desarrollo en longitud no sería menos de 1500 metros.

Para realizar las expectativas que se pueden concebir sobre el parque del prado, en el porvenir, no solamente, como lugar de paseo elegido, sino como morada de la ciudadanía elegante de Montevideo, no parece necesario aumentar sensiblemente la superficie.

Un examen atento del plan anexo dando el estado actual del Prado, mostrará mejor que una descripción cuales son las partes que será necesario adquirir y cuales podrán ser eventualmente anexadas. La parte que se extiende entre el bajo del Camino de Reyes y la parte del Camino de Castro, es decir todo el nordeste del parque, debería estar limitado por un bulevar sinuoso, desarrollando una pequeña porción de la quinta  Bustamante para dirigirse hacia el Miguelete río arriba y hacía el Camino de Castro, se estaría así en posición de terrenos muy variados admirablemente expuestos y que darían un gran encanto a esta parte del parque, tanto como para los paseos interiores y para las calles boscosas de las riberas. Es en esta parte que serán ubicados, el parque de ciervos, el jardín municipal para el cultivo y la multiplicación de plantas y flores, los invernáculos, los juegos para niños y jóvenes, etc.

El número actual del Parque del Prado, ocupado por el Hotel-Restaurant, el lago y algunos sitios de hermosa sombra serán conservados, pero con modificaciones. La avenida circular descendiendo a la avenida de los grandes Eucalyptus será respetada y ensanchada. Alrededor del lago, un gran terreno bien enarenado, con una explanada plantada de árboles, rodearía un edificio espacioso y más elegante que aquel que se encuentra hoy. El lugar reservado a los visitantes y a los consumidores tomaría un aspecto más arquitectado, regular y cuidado.

Una calle lateral, tomada de esta especie de explanada, se dirigiría hacia el pequeño valle actualmente ocupado por el camino vacío llamado del Abrevadero y donde serpentearía un arroyuelo cayendo de cascada en cascada. Las aguas que alimentarían este arroyuelo estarían tomadas en el exceso de la fuente circular actual, que se ve se pierde inútilmente a lo largo de la calzada situada a la derecha de Eucalyptus.

Prosiguiendo el paseo del costado de la entrada principal que da sobre el camino de Castro, un quiosco de música o un pabellón de refrescos ha sido previsto sobre el punto culminante del parque. Dos calles importantes parten exactamente de ese punto: una se dirige al Cerro, la otra, al puerto y la ciudad de Montevideo.

Es siguiendo esta parte del gran paseo circular que se llega al bosque plantado de grandes Eucalyptus y limitado por la quinta Sierra. Esta propiedad, bien plantada y bien situada, podría ser comprada por la Municipalidad e incorporada al parque por entero. Si la operación pareciera demasiado onerosa para las finanzas de la Ciudad, la mitad más o menos podría ser tomada, del lado de la quinta de Castro y revendida como terrenos a construir. Es decir que yo preferiría la parte más ancha y ver esta quinta agregada al parque por entero.

Las aguas del Miguelete, entre las dos riberas bien diseñadas, tratadas de manera de proteger los terrenos contra las inundaciones imprevistas, se volverán un elemento de atracción importante para el parque; pero ellas no podrán, a mi entender, producir todo su efecto ornamental más que si el público disfruta todo hasta el Paso del Molino. A esto efectos, sería indispensable adquirir una franja de terreno que vaya desde el límite del parque hasta la avenida Agraciada, a lo largo de la margen derecha del curso de agua. Un bulevar en S formaría de este costado un acceso de muy agradable; y las plantaciones ya existentes constituirían un sombreado preciso, mientras que la vista seguiría con interés la navegación sobre el río. La adquisición de esos terrenos podría sin duda hacerse con facilidad, pues ella daría a las riberas un límite definido y protector, mientras que ahora están expuestas a las incursiones de los depredadores.

En el interior del parque, el borde de las aguas podría ser el tema de una gran variedad de paisajes y detalles encantadores. Alrededor de la Villa de Campo, transformada en lechería de lujo, en las islas unidas por varios puentes en su diseño, cruzadas por numerosos senderos sombreados, cubiertos de todos los recursos de la vegetación exótica, se podrían multiplicar los embarcaderos, los quioscos, los bancos de descanso, las plazas de juego, etc. Los bordes de la cantera actual se transformarían en rocallas pintoresca; innumerables pájaros de agua animarían la superficie del lago recorrido por los barcos, el paseo en carruaje en todas las grandes vías, anchas de 14 m. y bordeadas de veredas, se entroncarían con los caminos destinados a los caballeros y además una red de senderos reservados a los peatones.

Entre las construcciones existentes, sería fácil conservar aquellas que pueden ser transformadas en edificios de utilidad que ya he indicado, al norte del parque, algunos ejemplos de cómo podrían ser diseñadas algunas de esas propiedades privadas. La Quinta Verney, situada a la entrada de la gran avenida de los Eucalyptus sería adquirida por la ciudad, se conservaría como enclave, y no molestaría el diseño general del parque.

Cinco entradas principales multiplicarían los accesos cómodos para este gran parque, que mediría así 75 hectáreas de superficie y que una continuidad de bulevares plantados de árboles aislaría de todos los costados. La primera vía, por su importancia, sería seguramente aquella que debe reemplazar a la avenida actual 19 de Abril desde la avenida Agraciada al camino de Lucas Obes. En su estado actual su ancho es insuficiente, su perfil es largo y defectuoso y ella entra en el parque de una manera desgraciada, en el ángulo de dos caminos con el ensanchamiento propuesto y una sola cuesta establecida en todo su recorrido. Podría constituir la verdadera entrada de honor del viejo Prado transformado.

Agregando a esta vía la ventaja de una línea de "tranways" (palabra que designaba los tranvías de la época) que ya existe y que sería fácil de mejorar, para transformarla también en camino de hierro "decauvillle" (3), se obtendrían para el nuevo parque, condiciones de circulación evidentemente favorables.

En fin, la cuestión de los terrenos con fachada hacia los nuevos bulevares que rodean el parque se impone a nuestra atención por su importancia de primer orden. No dudo que estos terrenos no adquieran mayor valía después que los trabajos de ensanche y transformación estén terminados, quizás aún en el transcurso de su ejecución. La ley de progresión de esos terrenos sigue el mismo año que, yo citaría, por ejemplo, de la reventa de los terrenos cedidos por el estado a la ciudad de París alrededor del Bois de Boulogne, operación que ha permitido el reembolso de 14 millones gastados en ese gran parque parisiense; el aumento al valor de alrededor del Sefton-Park, que diseñé para la ciudad de Liverpool. Los grandes beneficios realizados para la ciudad de Luxemburgo por la alineación de la superficie de la vieja fortaleza demolida y de los lotes bordeando el parque público que el gobierno del gran Ducado también me ha encargado de crear.

En estas tres localidades, como en tantas otras, que es inútil de citar, el valor del terreno a menudo se ha duplicado algunos años.

Si se objeta que algunos terrenos actualmente al borde del parque del Prado no aumentan rápidamente de valor, a pesar de la vecindad de este paseo, yo respondería que este valor esta siempre en proporción directa a la importancia de los trabajos en curso, y de la atracción que los provoquen si el éxito es completo. En este último caso, la moda se apodera de este nuevo centro de elegancia y el favor público lo toma rápidamente.

Una tarea como esa puede ser ejecutada, sea por la Municipalidad de Montevideo misma, comprando una superficie de terreno más grande que la que el parque le exige y revendiéndola con beneficio, sea por compañías particulares, obteniendo ciertos privilegios mediante cargas fijadas de antemano.

Yo no tengo que inmiscuirme aquí en el sistema financiero que elegirá la ciudad para realizar este programa, es suficiente señalar su solicitud y afirmar que no dudo de su éxito final, cualquiera sea el modo de operar que venga a ser adoptado.

Parque Central (hoy José Batlle y Ordóñez)

Si el parque del Miguelete (Prado) debe ser por excelencia el paseo asequible de la capital, no es menos cierto que su acceso será siempre relativamente menos costoso para los bolsillos modestos.

Aunque un ferrocarril reducirá el precio de los recorridos a la mínima expresión, el tiempo necesario para que una familia vaya al parque y permanezca un tiempo suficiente para recrearse y volver a la ciudad, ocupará siempre una buena parte de la jornada. Nadie puede objetar que el parque esté alejado 6 kilómetros del centro de la ciudad.

Se entiende entonces que la preocupación de crear un parque popular en el barrio opuesto al del Paso del Molino, en la proximidad de los nuevos barrios que van a desarrollarse puede agradar al espíritu de aquellos que proyectan los ensanches de la capital.

Ahora bien, hay un sitio particularmente favorable en este aspecto; es el que se extiende al extremo de la calle 18 de Julio en los terrenos que se inclinan hacia el pueblo de Pocitos y que he indicado más arriba bajo el título de "Parque Central". Este magnífico emplazamiento no estaría más que a 3 kilómetros de la Plaza de la Independencia y a 2 kilómetros del nuevo palacio de gobierno.

De la intersección de las calles 18 de Julio, 8 de octubre y el Bulevar Artigas, partiría un gran paseo enarenado de canteros, de fuentes, de restaurantes, de quioscos de música, de pabellones de juego para niños y adultos, se podría crear una especie de Academia de deportes o de juegos populares. El terreno se presta admirablemente a esta disposición regular y forma un contraste marcado con el parque propiamente dicho, del cual vamos a hablar.

Después que se pasa esa gran explanada plantada de árboles se penetra por un suave declive en el parque pintoresco que cae en los valles profundos desde donde la vista se extiende hasta el Río de la Plata.

Si se une, hacia la izquierda, sobre la gran avenida de carruajes que serpentea a través de la colonia, siguiendo sus sinuosidades y deteniéndose en los más bellos puntos de vista, se llegará pronto al Jardín Zoológico. Este tipo de atracción que falta en Montevideo, pude y será establecido sin grandes gastos. Lo he colocado sobre el promontorio que avanza entre los dos valles, estrechos de donde se ven salir las fuentes del arroyo de los Pocitos. Pero en lugar de confinar los animales en jaulas estrechas y próximas, he creído preferible de diseminarlos en pequeños parques separados, esparcidos en el medio de los grandes macizos. Estos pequeños parques estarían equipados con cabañas rústicas dando al conjunto un aspecto más agreste y más natural. Sólo los edificios de administración, los locales que reclaman una vigilancia constante, las colecciones de animales raros o delicados pueden motivar un agrupamiento simétrico más arquitecturizado que he dispuesto en el centro de "parterres" (3) variados.

Un poco más lejos se encuentra el Jardín Botánico, colocado sobre una planicie de vastas dimensiones y ocupando una superficie de 6 hectáreas 1/2. Este jardín debería estar rodeado de rejas y cerrado en ocasiones. Se compondría de un Museo de Historia Natural con galería para las Hierbas, las Colecciones, la Biblioteca, los edificios de Administración, etc. En el jardín propiamente dicho, independientemente de los "parterres" (3) decorativos que acompañarían el monumento central, se encontraría, una Escuela de Botánica, un Arboretum, una Escuela de Arboricultura y frutales, una Escuela de Cultivos de Florales, etc... En fin, de invernaderos espaciosos y de otros dispositivos para el cultivo permitirían mostrar a los alumnos de las Escuelas, el gran público, todas las riquezas de la flora tropical. Este Jardín Botánico sería el complemento natural de la Universidad y de la Facultad de Medicina de Montevideo.

Un gran paseo de circunvalación del parque conduciría insensiblemente sobre los bordes accidentados de un gran valle que desciende hasta el lago pasando pintorescos barrancos. Esta vasta superficie de agua cuyo lecho está indicado ahora por la depresión de los terrenos que confluían al Barrio Castelar, no contradeciría los elementos más seductores del parque central. Rodeado por todas partes de terrenos accidentados alimentado por los pozos naturales de los Pocitos, a los cuales se vendrían a agregar las aguas de la ciudad, este lago tendría una superficie de 2 hectáreas y media. He tratado de dar, desde una perspectiva ideal a vuelo de pájaro, una idea del aspecto de esta alegre escena, en lugar de la cual no se encuentra actualmente más que un barrial durante el invierno. Sea que se quiera recorrer el borde de los arroyos y de las cascaditas que interrumpen el curso, sea que se siga a pie o a caballo, sea que se desee navegar en el lago, se encontrarán en este parque numerosas distracciones y aspectos variados como imprevistos.

De la parte baja, para volver el punto de partida, si no se quiere hacia Pocitos se subirá por pendientes un poco más rápidas. Por el Camino el Paseante encontrará uno de esos "Cresents" (3) construidos a la moda inglesa donde tuve la ocasión de aplicar su principio en Liverpool y otros lugares. El sistema consiste en construir una serie de pequeñas viviendas contiguas cuyo conjunto forma una especie de monumento completo. La línea exterior del Plan es curva, porque las fachadas obtienen así vistas variadas. Cada habitación da a un patio de servicio separado "back-yard" (2) dando sobre salidas exteriores y destinado a los proveedores. Un jardín donde todos los propietarios tienen el disfrute adorna el frente del edificio y por un privilegio especial, la administración municipal se compromete a no ocultar las vistas de los habitantes sobre el parque público.

El perímetro del parque central está inscrito, como el Prado, en una serie de bulevares que lo aíslan completamente de los terrenos vecinos. La superficie total es de 75 hectáreas.

Una zona de terrenos a construir, con vista directa sobre el parque, sin separación por ninguna calle pública, es la excepción a la ley precedente. Ella da a los propietarios de esos lotes privilegiados la ventaja de pasar sin interrupción de su terreno al paseo; les procura al mismo tiempo la ilusión de un gran parque unido a su casa de campo y cuyo mantenimiento no les supone ninguna carga.

Por razón de la vecindad más próxima del centro de la ciudad y de la extensión probable de una población también densa de ese lado, he tratado el loteo de los terrenos que lo rodean siguiendo un sistema diferente al del Prado. He supuesto el caso de esos terrenos adquieran en su totalidad un valor grande para poder ser afectados todos a casas de multiplicado de manera de obtener numerosas fachadas y prever las eventualidades en caso del desarrollo rápido de la ciudad de este costado.

Plantaciones

Conviene continuar en el Parque del Miguelete (Prado), la idea de las plantaciones tal como ha sido comenzado, hace más de un cuarto de siglo, es decir con especies vegetales exóticas. Se obtendrían efectos heterodoxos empleando otro sistema.

Regularmente cuando se crea un gran parque en la vecindad de una ciudad, es raro que se opere sobre un terreno absolutamente desnudo. Si el artista paisajista encuentra el terreno ya ocupado por una vegetación espontánea, por una base de especies indígenas perteneciente al bosque natural, es una buena suerte de la cual se debe felicitar. El hecho, se produjo en París con el Bois de Boulogne y el Bois de Vincennes, en Nueva York con el Central Park, en Chicago para los grandes paseos exteriores de la ciudad, etc.

Esta circunstancia feliz, no se encuentra desgraciadamente en Montevideo. Pero se puede suplir por el arte que la naturaleza ha otorgado al terreno.

Compenetrado de esta idea de que los bosques naturales del Uruguay, sobre todo aquellos que aún no han sido tocados por la mano del hombre, contienen una cantidad suficiente de especies vegetales que pudiendo formar el fondo de un parque público, he realizado una excursión hacia el Norte que ha demostrado que mis esperanzas eran fundadas. La República del Uruguay encierra una cierta cantidad de árboles y de arbustos capaces de cumplir con el atractivo necesario de un parque ornamental. Con el apoyo de la Junta y la ayuda eficaz del profesor Arechavaleta, será fácil obtener semillas y plantas jóvenes que se cultivarán en los viveros como se cultivan entre nosotros los robles, las hayas y los olmos y que podrán servir al futuro acondicionamiento vegetal de los parques de Montevideo.

Se tendrán así verdaderas plantaciones nacionales y ello no será la menor contribución al carácter de los paseos públicos de esta capital. En todo caso, el hecho será nuevo, pues no conozco que el elemento indígena haya sido empleado así para contribuir en la creación de un parque público.

Se encontrará, en el Informe que remití a la Junta sobre la excursión científica de la cual acabo de hablar, consideraciones detalladas sobre este asunto, que me propongo tratar extensamente cuando el análisis botánico de las colecciones a las me he referido esté concluido.

Parque del Sur

Siguiendo el nuevo bulevar marítimo, al pie del Cementerio Central, se encuentra un terreno accidentado, rocoso, ocupado en parte por aguas que avanza en dirección a la Playa Ramírez. La vista sobre el Río de la Plata y su ribera, es muy hermosa y el sitio es indicado para la creación del parque más pintoresco de la capital, será fácilmente análogo del de Buttes-Chaummont en París. La superficie que se podría consagrar a este paseo sería de alrededor de 16 hectáreas. Vastos terrenos contiguos, en dirección al este, recibirán con esta vecindad un considerable aumento de valor.

Para resistir los vientos violentos de la costa, será necesario plantar especies rústicas al borde del mar, y limitar su elección a un pequeño número.

Haciendo entrar en el perímetro de este parque la última parte del Cementerio Central, se obtendrían dos resultados valiosos: el primero, una explanada o terraza abrigada de los vientos del Norte y del Este; el segundo, terrenos vegetales abundantes para conformar la explanada encespada del nuevo parque.

Una parte de la Playa Ramírez podría estar comprendida en el recinto de la ciudad, después de haber conquistado al mar y bordeado por el bulevar marítimo.

Puerto de regatas

Se ganaría también un espacio donde el agua sea suficientemente profunda para formar un pequeño puerto de alrededor de una hectárea de superficie, que serviría a las regatas marítimas.

Dunas

Prolongando el Bulevar más allá de la Playa Ramírez, se contornea un promontorio extendido, cuyo cabo, el más saliente está ocupado por el Faro. Hasta el poblado de los Pocitos y también más allá, sin salir de los límites de la ciudad, fijados a la llegada del camino de Propios sobre el mar una serie de dunas (médanos) se extiende de una manera irregular más allá de las playas. He evaluado las superficies utilizables y plantables en 67 hectáreas. Más allá del provecho que se podría sacar más tarde de sus plantaciones Pinos marítimos, este nueva para sería así provista de un atractivo considerable.

Es útil hacer notar aquí que el Pino marítimo (Pinus pinaster), tan propicio a la plantación en dunas y landas en la Europa occidental, no parece haber sido introducido en la R. O. del Uruguay. Se cultiva bajo ese nombre el Pino piñonero (Pinus pinea), otra especie de un crecimiento menos rápido.

Parque del Cerrito

Un parque público de mediación situado entre el Parque del Miguelete y el Parque Central, puede ser creado sobre terrenos actualmente desnudos que constituyen la colina del Cerrito. La conformación del suelo, formado de afloraciones de dioritas en diferentes puntos bajo formas pintorescas, es particularmente favorable al establecimiento de un parque un poco salvaje. Se podría utilizar plantaciones de especies indígenas, especialmente indicadas para resistir los grandes vientos y todas las inclemencias estacionales.

La situación de este parque parece muy favorable a la creación de un observatorio astronómico y meteorológico sobre ese punto culminante.  Si es de esperar que ese monumento pueda ser construido, convendría proceder a las plantaciones del parque, que demandarían un cierto número de años antes de producir las sobras y el abrigo necesario al paseo. Un edificio conmemorativo de las luchas sangrientas sostenidas por la población de Montevideo durante el largo sitio que esta ciudad sufrió, podría ser establecido en este lugar.

En fin, el sitio está particularmente bien elegido para crear un vasto paseo cubierto en terrazas a lo largo de la ruta de Goes. La vista se extendía sobre las colinas vecinas y permitió al mismo tiempo unir de un golpe de vista anunciado, el terreno de las carreras de Maroñas.

Los lotes a construir indicados en el plano con la letra D, podrían constituir alrededor de ese parque un inmenso barrio, limitado por los caminos de Goes, del Reducto, de Propios y una quebrada profunda dirigida al N.E. La localización de ese distrito fuera de los límites fijados por la ciudad, no nos permite detenernos en el estudio del detalle de los futuros terrenos a construir.

Explanada marítima 

La creación el Bulevar marítimo sobre el costado sur de la ciudad obligaría a una rectificación considerable del borde del mar. Esta aplicación sería el punto de partida de la creación de un nuevo barrio que podría tomar al mar una superficie de 12 a 13 hectáreas. De esta superficie, se sacarían alrededor de 3 hectáreas destinadas a una explanada marítima indicada en T en el plano de conjunto y constituirían un paseo (3) invalorable para la Ciudad Vieja, de la que carece en absoluto.

La operación financiera que permitiría realizar esta idea no sería infructuosa y la ciudad encontraría de un golpe, por este medio, un nuevo elemento de embellecimiento y condiciones higiénicas excelentes para gran parte de su población.

Gran Paseo Nacional (1)

Dije más arriba que sería fácil de ganar al mar, sobre toda la costa Este de Montevideo, una vasta superficie que extendería considerablemente la ciudad de ese costado. El espacio a ganar de esa manera no sería menor de 45 hectáreas.

La mitad alrededor de esa superficie podría ser utilizada, como se puede ver sobre el plano general, para un paseo (3) grandioso que se llamaría "Gran Paseo Nacional" (1). Tratado siguiendo el estilo geométrico, tal como las de la Place des Quinconces en Burdeos, este paseo (3), rodeada de grandes avenidas de árboles, estaría protegida del lado del mar por una línea de edificios destinados a detener los vientos. A cada uno de sus dos extremos sería colocada una de las grandes estaciones ferroviarias. La primera de esas estaciones, la de un ferrocarril del Norte, demasiado central para tener un depósito de mercancías, estaría consagrada solamente a los viajeros. La estación de mercadería sería llevada, como en todas las grandes ciudades, fuera de los límites de la ciudad actual. La estación del Ferrocarril Central, situado en la otra extremidad del paseo que podría recibir un vasto desarrollo del servicio de mercaderías. He reservado a este efecto, según el plano, una superficie de 25 hectáreas pudiendo estar afectadas a este servicio respondiendo a las exigencias de una gran capital marítima.

Para completar el conjunto del Gran Paseo Nacional (1) tal como lo concibió, debe ser puesto en comunicación, centralmente con la calle Agraciada. Es en el punto de encuentro de esta avenida con la plaza Flores, que esta unión tendría lugar. El espacio comprendido entre esta plaza y el Gran Paseo Nacional (1) sería tratado por un sistema creo nuevo o poco conocido y sobre el cual se llama la atención de la Municipalidad.

La idea consistiría en dejar libre, es decir no construida, toda la serie de manzanas (1) desde la plaza Flores hasta el mar y cortando en ángulo recto al Gran Paseo Nacional (1). El largo total sería de un kilómetro y la superficie de 34 hectáreas sobre esos terrenos, comprendidos entre dos avenidas de árboles y bordeadas de casas tan regulares como sea posible. Se crearían jardines muy simples compuestos de césped y de macizos de arbustos de mantenimiento poco costoso. Una de dos: o bien la situación de Montevideo sería tan próspera en el porvenir como para permitirse conservar esos jardines según su destino primario, o bien se estaría forzado a enajenarlos cuando hubieran adquirido un valor suficiente. En este último caso su venta tendría lugar bajo ciertas condiciones restrictivas: obligación de proscribir los muros, rodear de rejas y de elemento verde; de no construir más que a una distancia mínima de 6 metros. del borde del Bulevar; de variar el estilo de las habitaciones y de someter los diseños de ejecución a la aprobación del servicio de arquitectura; de impedir todo cultivo hortícola; mantener los jardines de una manera elegante y conforme a las prescripciones dictadas al efecto.

En uno y otro caso se obtendría el resultado deseado a saber, un conjunto armonioso donde los jardines tomarían el lugar importante que corresponde a una gran ciudad.

La ejecución de este proyecto, grandioso en apariencia está lejos de poder asustar a la Municipalidad de Montevideo. Sea que los trabajos del puerto futuro incluyen dragados importantes, para terraplenar en parte ese nuevo espacio, sea que el terraplén se efectúe por la nivelación de la colina situada más allá de la playa y ya utilizada para un fin similar, sea en fin que esos dos medios sean empleados. Simultáneamente, el trabajo no tiene nada de exagerado. Si no es posible que sea llevado a cabo por la ciudad misma, una concesión podría ser dada a una compañía que obligaría a hacer los trabajos de embellecimiento y encontraría su remuneración en la reventa de los terrenos.

Plazas y "squares" (2)

Antes de soñar en establecer plazas nuevas en los barrios que están aún sin ellas importa poner en buen estado aquellos que existen ya y de transformarlos en "squares" (2) tanto como sea posible.

Plaza de la Independencia

Sin hablar de los "squares" Zabala y Cagancha, ya plantados, la primera plaza donde el arreglo se impone y es vivamente deseado por la población es aquella de la Independencia. Este gran rectángulo de 2 hectáreas de superficie puede ser fácilmente transformado en una plaza plantada, ornamentada y florida. El examen de mi plan mostrará como yo comprendo esta transformación

En principio, el ensanchamiento de las calles que la rodean haría la circunvalación más fácil para los coches y permitiría el desfile de las tropas los días de fiesta.

Toda la superficie de la plaza destinada al paseo sería tratada como un terraplén elevado sobre las veredas.

El gran eje longitudinal sería colocado e la prolongación del de la calle 18 de Julio y sería ocupada por una avenida de los Canarias (Phoenix canariensis); esta palmera crece particularmente bien en Montevideo. En la extremidad de esta avenida, un pabellón elegante podría ser destinado a café-restaurant y estaría flanqueado de dos "proches" (2) de carácter arquitectural, se disimulará el desencuentro de ejes producido por la calle Sarandí que desemboca oblicuamente sobre la Plaza. Cuatro "parterres" (3) simétricos ocuparían el medio de cuatro divisiones principales de la plaza y estaría encuadrada por hileras de Plátanos. Pabellones destinados a la venta de diarios, de juguetes y de refrescos, un gran número de focos eléctricos, picos de gas, bancos, fuentes Wallace, jarrones y estatuas, completarían la decoración de ese paseo.

Las cuatro esquinas, y una parte de los costados estarían rodeados de rejas bajas o de balaustrada, de manera de impedir la gran circulación diagonal y conservar para la plaza de la Independencia su carácter calmo y su destino de lugar recreativo y de reposo.

Plaza de la Constitución

La transformación de la plaza de la Constitución con los "parterres" (3) y las plantaciones diversas que el plan indica comprende también la edificación de un quiosco de música. Esta construcción pude ser colocada en uno de los ejes, al costado de la calle Sarandí. La fuente de mármol sería conservada, rodeada de una reja baja y elegante.

"Squares" (2) diversos

Yo propongo convertir en "Squares" (2) independientemente de las dos plazas que anteceden, las plazas Flores, Sarandí (o de Frutos), Artola (o Treinta y Tres) tratándolas en jardines de estilos diversos. Los planos anexos a este informe se explican ellos mismos por la lectura de las leyendas.

Un cierto número de nuevos jardines o "squares" (2) variando de una superficie de media hectárea a 2 hectáreas podrían establecerse una cerca de la calle Sierra y la cárcel central, sobre uno de los lados de la calle de la República (M); el segundo cerca de la calle Nueva Palmira; un tercero delante de la Iglesia del Reducto, un cuarto, quizás, delante de la Iglesia de la Aguada.

En las intersecciones de las nuevas calles, varias plazas de superficies y formas variadas, serán objeto de plantaciones regulares sobre terraplenes enarenados. No se les puede dar propiamente el nombre de "squares" o de jardines, pero varios de entre ellos son de proporciones tan vastas para motivar un estudio profundo, cuando el plan de loteamiento esté definido.

 

CAPÍTULO 4: CONCLUSIÓN

Tal es lo expuesto, a grandes rasgos, del sistema de ensanche, transformación y embellecimiento que concibo para Montevideo y que me parece cumple con los deseos de la Junta.

Debo repetir, terminando, que mi objetivo, en la exposición que precede, fue determinar de una manera clara, la idea que debe presidir estos trabajos. Sería inoportuno detenerse, por el momento, sobre los detalles de tan vasta empresa.

Pero quedo a disposición de la Junta para proceder a los trabajos de ejecución con toda la precisión que ello implica. Hoy, envío un informe que separado, las proposiciones especiales sobre los trabajos que pienso, deben ser comenzados en el más breve plazo. Agrego el presupuesto sumario sobre los gastos, esperando las instrucciones que me permitirán abordar los estudios destinados a la ejecución.

Quisiera agregar, Señor Presidente, la expresión de mis sentimientos, respetuosos y devotos.

                                                                                                          (fdo)Ed. André

                                  París, 19 de febrero 1891.

 

 

CIUDAD DE MONTEVIDEO

Junta Económica Administrativa

Informe sobre los primeros trabajos a ejecutar por la Dirección de Paseos.

Como complemento al informe que tuve el honor de remitir hoy al Sr. Presidente de la Junta Económica Administrativa, y sobre el pedido que se me hizo, deseo de indicar los trabajos cuya ejecución próxima parecen los más deseables para la ciudad de Montevideo.

Mis presupuestos sumarios son anexados a la indicación de los trabajos.

1º. Parque del Miguelete (Prado)

La transformación del Prado es tal que parece la más deseable y que produciría sobre la población montevideana la mejor impresión.

Por eso, es necesario modernizar la parte vieja que necesitaría la supresión de un cierto número de árboles viejos. Se haría primero la parte comprendida entre el camino de Lucas Obes, de Reyes, y el nuevo bulevar sinuoso que va al N.E. del camino de Castro.

La adquisición de los terrenos necesarios para ejecutar estos trabajos debería ser anterior a toda otra operación. Esperando esta compra ya sea amistosa, ya sea por vía de la expropiación, se podría comenzar por los trabajos de los terrenos pertenecientes ya a la Ciudad, a cada lado de la gran avenida de los Eucalyiptus. Esta parte comprendería la Quinta de Campo, los terrenos regados por el Miguelete, los bordes de la y la Cantera y la faja subiendo a lo largo del camino del Abrevadero.

Dejando de lado la adquisición de los terrenos necesarios, el presupuesto sumario de los trabajos del Parque del Miguelete, se resumen así:

1º Avenida y terraplenes - 11ha 42 - 171.300 Fr

2º Agua -  4ha -  80.000 Fr

3º Macizos - 10ha - 100.000 Fr

4º Pelouses (3) - 49ha - 290.000 Fr

5º Plantaciones - 49ha -  85.000 Fr

6º Bulevares exteriores - 7ha 75 - 232.000 Fr

7º Avenida 19 de Abril - 2ha 16 -  43.200 Fr

8º Avenida del Miguelete por el límite - 3ha 24 n -  64.800 Fr  

9º Jardín de multiplicación -  2 ha - 60.000 Fr

10ºCanalización del agua -  65.000 Fr

11º Hotel-Restaurante(memoria)

12ºRejas del límite -  92.500 Fr

13ºPuente -  80.000 Fr

14ºConstrucciones diversas -  68.000 Fr

15ºEmbalse del Miguelete -  20.000 Fr

16ºRocas -  35.000 Fr

Total   1.486.000 Fr.

Estos trabajos pueden ser terminados en tres años.

Botando 100.000 pilastras para el primer año, se comenzaría por los aterrazamientos y las plantaciones de los macizos que se encontrarían ya en plena vegetación cuando la transformación del parque esté acabada.

Parque Central

La superficie total del Parque Central es de 74 hectáreas, 76 áreas así descompuestas:

Parque propiamente dicho 69 hectáreas

Explanada plantada de árboles 5 ha 76

Total     74ha 76

El presupuesto sumario de los trabajos, no comprendidos en la adquisición de los terrenos, puede describirse así:

1º Avenidas y terraplenes 11 ha 40 a - 171.000 Fr

2º Aguas 3ha 19 a -  95.700 Fr

3º Macizos 8ha 99 -  90.000 Fr

4º Pelousses (3) 51ha 18 - 307.000 Fr

5º Superficies construidas(no comprende el Museo)  

519 180.000 Fr

6º Bulevares exteriores 9.00 - 270.000 Fr

7º Plantaciones -  75.000 Fr

8º Canalización de agua -  76.000 Fr

9º Jardines botánicos y zoológicos(memoria)

10º Rejas de cerramientos -  89.000 Fr

11º Rocas -  49.000 Fr

Total 1. 398.700 Fr.

 

3º Parque del Cerrito, del Sur, Explanada, Marítima, Gran Paseo Nacional

La evaluación sumaria de estos trabajos, no contando los trabajos extraordinarios de contención, de dragado y de albañilería que podrían ser necesarios por las circunstancias excepcionales llegarían a la suma de dos millones de francos.

4º. Plaza de la Independencia

Superficie    total 1 ha 98 a 85 c

1º Aterrazamiento y ordenamiento

2º Jardines, parterres 48.000 Fr

3º Rejas de limitación 6.128 Fr

4º Plantaciones 15.000 Fr

5º Caminos pavimentados 4.800 Fr

6º Calzadas y veredas exteriores(memoria)

7º Fuentes luminosa 17.000 Fr

8º Quioscos, Fuentes, Wallace, Bancos 14.000 Fr         

9º Estatuas (memoria)

10º Canalización de agua 9.500 Fr

11º Canalización de gas - electricidad 23.000 Fr

12º Trabajos imprevistos 10.000 Fr        

Total Fr. 163.420

5º. Squares (2) diversos.

A - Plaza Cagancha (modificación)3.000 Fr

B - Plaza Artola 28.000 Fr

C - Plaza Constitución 28.000 Fr

D - Plaza Flores 29.000 Fr

E - Plaza Sarandí (de Frutos)51.000 Fr

F - Plaza Zabala (terminado)51.000 Fr

G - Plaza de la República 39.000 Fr

H - Plaza Palmira 18.000 Fr

I - Plaza del Reducto 19.000 Fr

-----------

Total Fr.  215.000

6º. Plazas diversas, Bulevares, Avenidas, Bulevares marítimos, Dunas.

La evaluación de los diversos trabajos no puede ser hecha sino cuando el principio de su ejecución sea previamente aceptado.

Total general 5.263.920 Fr

Copia certificada por el 1er. presupuesto 

(fdo.) Ed. André

París 16 febrero de 1891

 

Notas :

1 - en español en el original

2 - en inglés en el original

3 - "promenade" sin traducción exacta al español (paseo peatonal)- "decauville" (ferrocarril de trocha angosta)- "parterre" (cantero con plantas) - "crecents" (conjunto de viviendas).

 

 




 

 Charles Amédée Marie Racine

CHARLES RACINE

Fotografía de Charles Racine (gentileza de su nieta Helena Racine)

 

Autor: Margarita Montañez

INTRODUCCIÓN

El gobierno de la ciudad de Montevideo (capital del Uruguay), la Junta Económica Administrativa (JEA), crea en 1889 la Dirección de Paseos.

Era la época de un país que buscaba modernizarse y conseguir un lugar de prestigio a nivel mundial. Con una muy minoritaria población indígena, disminuida aún más durante la conquista española, también una escasa población de africanos llegados al país como esclavos. La fuerte inmigración europea marcó nuestro destino.

Así nos definimos los uruguayos, como descendientes de los inmigrantes «bajados de los barcos». Aquí se mezclaron mayoritariamente españoles, italianos, franceses, ingleses y suizos. Hoy solo un 10% de la población del país tiene algún porcentaje de sangre indígena y otro 10 % se considera como afro-descendiente.

El período inmediatamente posterior al nacimiento de la República Oriental del Uruguay (1825), fue, obviamente, de rechazo a todo lo español. Debido al alto porcentaje de franceses afincados, especialmente en Montevideo, fue su cultura la que lideró los objetivos modernizadores.

El francés era el idioma que necesariamente debía manejar todo hombre de la alta sociedad, además del español.

Largas estadías en Francia de toda la familia y estudio de los hijos varones en París, eran lo común, casi obligatorio, para mantener el prestigio social. De allí venían el mayor porcentaje de influencias culturales, artísticas, científicas, las costumbres familiares e individuales, las modas, la gastronomía. Se importaba el equipamiento completo para las viviendas y lo que no podía traerse se imitaba, como, por ejemplo, los jardines.

Cuando se crea la Dirección de Paseos no había técnicos competentes en el país. De acuerdo a lo aclarado en párrafos anteriores, los contactos se hicieron en Francia, especialmente en Paris.

Soñando con una ciudad capital a la europea, se contrata al ya famoso Paisajista y Botanista Edouard André (1840-1911), para un Plan de Embellecimiento y Extensión de Montevideo. André nos visita con su hijo René, ingénieur d´arts et manufactures, en 1890. Recorre el Uruguay buscando flora indígena ornamental para nuestros parques y aclimatarla para los parques de Paris. [1]                                                         

Por consejo de André se contrata a otro profesional francés. Así llega a Montevideo Louis-Ernest Racine (1861-1902), Ingeniero Horticultor egresado de la Escuela de Horticultura de Versalles para ocupar el cargo de Jefe de Parques y Jardines, estableciéndose en Montevideo con su familia en 1891, donde muere en 1902.

Unos cuantos años antes, en 1888, había llegado, por iniciativa propia, Pedro Antonio Margat, perteneciente a una familia de horticultores de Versalles, donde se afinca y forma su familia.

Se inicia así una tradición de botánicos, horticultores y paisajistas de origen francés, al cual debemos mucho del patrimonio de los espacios ajardinados, públicos y privados, que hoy valoramos y disfrutamos.

 La lista se continúa con Edouard Gauthier, contratado como Jardinero Jefe de la Dirección de Paseos, quien llega en 1904. También egresado de la Escuela de Horticultura de Versalles. Auguste François Lasseaux, quien había sido Jardinero del Jardin des plantes de Paris, habría llegado en 1853. Otro francés, Charles Thays, afincado en la Argentina, nos dejó importantes obras tanto públicas como privadas. [2]

El trabajo que presentaré a continuación lo inicié en el Instituto de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura (Universidad de la República), en 1986, sobre los Espacios Abiertos Públicos, especialmente los ajardinados.

Por primera vez se encaraba el tema como objetivo específico de una investigación científica, lo cual significó empezar de cero y crear una metodología de trabajo específica, diferente de la aplicada para la arquitectura o el urbanismo.

Diversificadas fuentes de información para la investigación tuvieron que ser consideradas. Archivos prácticamente no existían. El correspondiente a la Dirección de Paseos había sido, años atrás, destruido por un incendio. No podía basarme en cursos realizados a nivel académico, ni en monografías.

La actual Intendencia de Montevideo (ex Junta Económica Administrativa) tiene registros de finales del 1800 y principios del 1900, muy descuidados, de los Permisos de Construcción de las obras de Arquitectura, pero no de los espacios ajardinados.

Debí hacer una relectura de todo el material historiográfico y fichar las escasas notas sobre el tema, no siempre totalmente confiables y muchas veces controversiales. Me fue útil la prensa escrita de la época con fotos en blanco y negro.

Más confiables fueron las entrevistas realizadas a las familias de los técnicos franceses que se quedaron en el país, como es el caso de Charles Racine precisamente.

Otras veces documentos, considerados perdidos, fueron presentados por particulares al Instituto de Historia de la Arquitectura, como es el caso del Plan de Extensión y Embellecimiento de la ciudad de Montevideo por Ed. André. [3]

En el  caso de Pedro Antonio Margat, contamos con la Introducción del historiador Pivel Devoto al Diario de su Establecimiento de Horticultura y Aclimatación.[4]

Pocas referencias tengo sobre Edouard Gauthier, llegado a Montevideo con su familia en 1904, quien abandonó su cargo en la Junta Económico Administrativa y dedicó su vida a la docencia en la Escuela de Agronomía, hoy Facultad de Agronomía. [5]

Los pocos datos que tengo de Lasseaux se los debo agradecer a Ives–Marie Allain, del Jardín de Plantas de Paris. [6]  Lasseaux deja su trabajo en el Jardín de Plantas en 1853 y se viene a trabajar al Uruguay con el empresario José de Buschental, natural de Estrasburgo.

En cuanto a Charles Thays, consultamos su archivo particular, celosamente guardado por su familia, debido a la gentileza de su bisnieto Carlos Thays. Ha sido excelentemente estudiado por la Dra. Sonia Berjman y sus publicaciones dan cuenta de ello. [7]

CHARLES AMÉDÉE MARIE RACINE

Un francés que llegó para hacer del Uruguay su patria y la de su familia.

El contacto con su familia fue bastante particular y anecdótico. Por mi trabajo como Docente de Historia de los Jardines, en la Escuela de Jardinería Municipal, hacia fines de los años 1980, me entero que su hija Germaine vivía en Montevideo. También me habían informado que Racine estaba enterrado en el Cementerio Inglés. Fue así que un frío domingo invernal decidí buscar su tumba, la encontré y en la Administración me dieron los datos para ubicar a su familia. Fue entonces cuando conocí a Germaine, una señora muy gentil, que me recibió amablemente, me habló del cariño hacia su padre, y del amor de su padre hacia las plantas.

¡Con razón en la prensa se le citaba como «el señor de los parques»!

Germaine, vivía con una cuñada y recuerdo que me recibían amablemente las dos por igual. Vaya aquí mi agradecimiento a ambas, no siempre en el curso de mis investigaciones he dado con personas de tal sentido humano. También ahora su nieta, Helena, continúa viva la historia familiar y agradecemos que por intermedio de ella hubiéramos podido publicar un retrato de Charles Racine en otra publicación. (fig. 1) [8]

Fue así que pude documentarme directamente del Archivo Familia Racine, formado por recortes de diarios fundamentalmente, algunos documentos y 3 álbumes de fotos, de plazas y parques de Montevideo, fechadas en 1913.

El deseo de su hija era que todo ese material no se perdiera y pudiera servir para mantener viva la memoria de su padre. Le aconsejé que lo donara o vendiera al Museo Histórico Nacional, y así fue que generosamente decidió donarlo.

Mi investigación comenzaba a centrarse en los técnicos franceses actuantes en Montevideo, sobre los cuales no había nada escrito y se les mencionaba muchas veces con errores, pues las informaciones no procedían de trabajos científicos.

Mi trabajo en el Instituto de Historia de la Arquitectura me exigía desviarme de esta apasionante investigación y realizar monografías sobre otros temas.

Mi primer artículo sobre los franceses mencionados fue publicado en  1993, con los primeros y escasos datos obtenidos.[9]

En 1997, siendo docente de la Escuela Municipal de Jardinería, que funcionaba en el Jardín Botánico, tomo conocimiento, accidentalmente, de que se había recibido una carta manuscrita de la Bibliothèque Municipal de Dieppe, con fecha 7 de marzo de 1989, firmada por M. Laisne Michel, quien era el conservateur des fonds ancien et local, en procura de datos sobre Charles Racine «créateur du jardin botanique de Montevideo». El 26 de marzo, M. Laisné vuelve a reiterar su solicitud. Nadie le contesta, obviamente por desconocimiento y también desinterés sobre el tema.

Increíblemente las cartas habían sido guardadas, las pedí y me las dieron. Casi sin esperanzas le escribo, casi 10 años después, y me contesta Saline Desavoye-Aubry, assistante du conservation du patrimoine, con fecha 4 de agosto de 1997. Me informa que M. Laisné está muy enfermo y no ha continuado sus estudios sobre la familia de jardineros y horticultores de Dieppe.

Una vez más debo agradecer la gentileza de personas que generosamente me brindaron total apoyo.

Saline me envío recortes de diarios de Dieppe, por los cuales me entero de que Charles y Ernest provienen de una vieja familia de jardineros.  En uno de esas notas se menciona a un «Racine» como jardinero del castillo de M. le colonel de Perthouis, en el año 1848.

Por supuesto también hice el trabajo de campo y el reconocimiento de su obra, la cual, debido a la fragilidad que caracteriza el trabajo paisajístico, se percibe hoy muy alterada, por el paso del tiempo, por mal manejo de los elementos vegetales y por intervenciones inadecuadas.

Falta mucho aún para completar esta investigación, por lo cual la consideramos una obra abierta, a continuar tanto en Francia como en el Uruguay, y también en Bolivia y en Panamá.

De acuerdo a las informaciones documentales enviadas por la Médiathèque Centre Jean Renoir de Dieppe, en 1997, podemos reconstruir un parcial árbol genealógico de los hermanos Racine en Francia. [10]

Charles Amédée Marie Racine nace en Dieppe el 23 de febrero de 1859. Su hermano Louis Ernest, también diepois, nace el 22 de julio de 1861. Ambos en la Rue d´Arques.

Sus otros hermanos eran Rosine Lucie Marguerite, Henri Emile, Jules Léon, Léon Victor, Eugène Jules y Auguste Paul.

Según la fotocopia manuscrita (de muy mala calidad) enviada por Saline, del acta de nacimiento de Charles, al margen izquierdo se anotó - no sabemos por quién - que Ch. A. Racine había contraído matrimonio en La Paz, Bolivia, el 9 de octubre de 1897 con Marie Thèrése Dessaux.

Su padre fue Amédé Augustin Racine, de profesión jardinero, nacido en la Chapelle du Bourgay, arrondissement de Dieppe, el 4 de febrero de 18*(no legible en el original). Era el hijo mayor de Amédé Racine, jardinero, y de Define Marie Magdaleine Bersons, también diepois, nacida el 3 de abril de 18?.

Su madre, Rose Marie Joséphine Bourgois, nacida en Dieppe el 3 de abril de 18*(no legible en el original), era la hija menor de Denis Bourgeois, “marchand de corvages y de Define Marguerite Pauline Picard, también afincados en la ciudad de Dieppe.

Por la prensa me informo que Charles Racine tuvo una estadía de 18 meses en Inglaterra, estudiando inglés y «estudios de plantas». Luego obtuvo un beca para la Esc. Nacional de Versalles.[11]

Su trabajo en Panamá

Charles Racine en 1886, obtiene su primer trabajo en América para una empresa francesa que fracasa en la construcción de un canal interoceánico en el istmo del Darién, zona selvática y montañosa. El canal había sido concebido por el francés A, Airiau en 1859, incluyendo una ciudad, rodeada de 18 granjas para el abastecimiento de sus habitantes y 11 granjas más a lo largo del canal. La obra se inicia en 1880 y fue abandonada en 1895 como irrealizable.

Recién egresado de la Esc. de Horticultura de Versalles fue nombrado como Jardinero Jefe de las obras de jardinería y embellecimiento de las obras del canal interoceánico. Permaneció allí 2 años, se enfermó de fiebre amarilla, se trasladó a Venezuela pensando en restablecerse, pero contrajo disentería y debió regresar a Paris. Según certificado de trabajo, en el canal su estadía fue desde el 10 de marzo de 1886 al 5 de abril de 1887. [12]

Su trabajo en el Cortijo Vidiella

En 1889 llega Racine al Uruguay, contratado en Paris por Francisco Vidiella, para trabajar como Director Técnico del “Cortijo Vidiella”, fundado en 1884, en un paraje cercano a la ciudad capital, Toledo, con un contrato por 3 años. En un afiche de propaganda se le presenta como discípulo diplomado de la Escuela de Horticultura de Versalles en Francia.[13]

Su actividad en Bolivia 

De Montevideo se traslada a Bolivia, contratado por un particular.

Había sido contratado como horticultor y floricultor desde 1º de enero de 1892 al 1º de enero de 1895 en «La Glorieta» propiedad del Sr. Francisco Argandona, en Sucre, Bolivia. [14]

A partir del 1º de agosto de [1895] y debido a la muerte del Sr Argandona, comienza a trabajar para la Sra. E, viuda de Castagné como Administrador general de sus propiedades en el dominio de Chivicini, con un contrato por 5 años. La propiedad es una huerta y se le encargan los cultivos y trazar un jardincito inglés a fin de dar un aspecto más alegre a la finca.[15]

No hay documentos en el Archivo familiar de porque abandona ese trabajo o si al mismo tiempo es contratado por el Concejo Departamental de La Paz, Bolivia, el 30 de agosto de 1895, como Conservador del parque de la plaza 16 de julio. [16]

También por informaciones de prensa, en Bolivia hizo exploraciones por la selva para reconocimiento y explotación de los árboles del caucho.

Luego de dos años regresa a Montevideo con su esposa Marie, donde se radica y forma su familia, completada con cuatro hijos, Armando, Germaine, Jorge y René.

Su trabajo en Punta Ballena (hoy Arboretum Lussich)

Para este trabajo es contratado por Antonio Lussich, empresario naviero uruguayo, quien sueña con dominar las tierras pedregosas de la Sierra de la Ballena, a 150 kilómetros de Montevideo, y dominar las dunas sobre el Río de la Plata, con plantaciones de pinos, eucaliptus y acacias trinervis, como protección imprescindible para implantar especies exóticas, por él, el Sr. Lussich, escogidas y traídas de varios países.

En 1904 se publica un artículo de Carlos Thays elogiando la obra de Charles Racine quien hizo realidad el sueño de Lussich, convirtiendo un predio de 400 hectáreas en un Arboretum, hoy de propiedad estatal, abierto a todo público. [17]

Su trabajo en el Jardín Botánico en Montevideo

Por iniciativa de José Arechavaleta, Director del Museo Nacional y de Cornelio B Cantera, Director de Cementerios municipales, quien cedió las primeras especies indígenas que se plantaron, apoyados por Daniel Muñoz, periodista, quien fuera luego el 1º Intendente de Montevideo, se nombra a Racine, el 23 de agosto de 1902, como Jardinero Jefe del Jardín Botánico, con el encargo de realizar el plano correspondiente y las plantaciones debidas. También se creará el primer Vivero municipal. [18]

El Jardín Botánico y el Vivero tomaron parte del Parque El Prado, nuestro primer parque público.

En el documento también se anota que Racine pasará a residir en la finca del Jardín Botánico. Muchos años vivió allí con su familia, como bien lo recordaba su hija Germaine. (fig. 2/3/4)

Al mismo tiempo se le encarga el cuidado, conservación y embellecimiento del Parque Urbano (hoy Rodó), así como también la multiplicación de plantas al aire libre. (fig. 5)

Desde el comienzo Racine plantó especies indígenas y comenzó con los viveros municipales que más tarde enriquecerían el arbolado urbano. Se mencionan especies como el caobetí (Luehea divaricata), el higuerón (Ficus luschnathiana), el sarandí colorado (Cephalanthus glabratus), el molle (Squinus), el timbó (Enterolobium contortisiliquuom) y el quebracho (Schinopsis balansae).

A estas primeras especies indígenas,  luego se le agregaron otras, indígenas y foráneas, como tipas (Tipuana s/p), jacarandás (Jacarandá s/p), olmos (Ulmus s/p), palmeras (indígenas y otras), castaños (Castanea s/p), robles (Quercus s/p), fresnos (Fraxinus s/p), acacias (Acacia s/p), lapachos (Tabebuia s/p), ceibos (Erythrina s/p), álamos (Populus s/p), plátanos (Platanus s/p), pinos (Pinus s/p) y eucaliptos (Eucalyptus s/p), sin más datos para clasificarlas botánicamente. [19]

En 1906 viaja a Buenos Aires, Argentina, para entrevistarse con Charles Thays e iniciar un intercambio de plantas y semillas entre ambos Jardines botánicos. Thays había sido el creador del botánico de Buenos Aires.

En 1911 la prensa montevideana elogia los viveros del Prado. El periodista hace un paseo con Racine recorriéndolos y éste le comenta que allí están los futuros ejemplares para el arbolado urbano. Ya se tienen en cultivo más de 50.000 árboles y 25.000 plantados en macetas. Se manifiesta contrario al abuso del plátano (Platanus) en las calles, agregando que lo dejaría para zonas suburbanas y carreteras.  [20]

Por nuestra parte agregamos que el plátano empieza a plantarse en las calles, plazas y parques de la ciudad por sugerencia de Ed. André, a partir de 1891.

Su trabajo para la Comisión Nacional de Caridad y Beneficencia Pública

El 31 de abril de 1902, la Comisión Nacional de Caridad y Beneficencia Pública (hoy Ministerio de Salud Pública) solicita a la Junta Económica Administrativa el concurso del “Horticultor Paisajista” Carlos Racine para una obra de su propiedad en Punta Carretas, Montevideo. [21]

Es la única mención que hemos encontrado sobre este trabajo. Suponemos que no se hizo nada pues los terrenos propiedad de la dicha comisión, fueron vendidos y allí se realizó un pequeño parque y los terrenos frentistas fueron loteados para viviendas. Hoy es un precioso barrio de la ciudad, Villa Biarritz. Una vez más señalamos la influencia de la cultura francesa, los nuevos barrios, cuando quería otorgárseles prestigio, se les nominaba en relación a nombres franceses.

Este barrio llega hasta la costa del Río de la Plata, pero en una zona pedregosa, no de arenas blancas y finas, como es en general este borde del «río ancho como mar».

Su nombramiento como Encargado de la Administración del Prado

Con fecha 15 de diciembre de 1906, por parte de la Dirección de Parques y Jardines de la Junta Económica Administrativa, se le nombra, con carácter interino, Encargado de la Administración del Prado. [22]

En esos años estaba ya al frente de los tres más importantes espacios ajardinados de Montevideo, los Parques Prado y Urbano (hoy Rodó) y el Jardín Botánico.

Su nombramiento como Jefe técnico de la Intendencia de Montevideo

El 13 de febrero de 1912 se le notifica al Sr. Carlos Racine que ha sido nombrado Jefe Técnico de la Sección Parques y Jardines de la Municipalidad de Montevideo.  [23]

Hasta ese momento el cargo había sido ejercido por Edouard Gauthier y cuando decide retirarse de la Municipalidad se nombra a Ch. Racine. El primer jefe de esa repartición fue su hermano Ernest hasta su muerte en 1902, del cual nos queda, casi sin cambios una plaza. (fig. 6)

La prensa capitalina se hace eco de ese importante nombramiento para el profesional franco uruguayo, bien conocido por su intervención en los espacios ajardinados del país.

Cargo que mantiene hasta su renuncia, muy comentada en la prensa montevideana, por razones políticas, el 15 de diciembre de 1915. [24]

Orden otorgada: Caballero del mérito agrícola

Charles Racine seguía siendo un caballero francés y su patria, Francia, no se olvidaba de sus hijos en el exterior.

El 3 de setiembre de 1912, la Embajada francesa en el Uruguay le comunica que había sido nombrado Caballero del Mérito Agrícola. [25]

La prensa montevideana, como también la de Dieppe se hacen eco de ese homenaje.[26]

Su trabajo “Rosarium” (hoy Rosaleda Juana de Ibarbourou)

Varios son los artículos de prensa que señalan con gran entusiasmo la inauguración del Rosarium, como lo designaba Racine, el 17 de noviembre de 1912. [27] Al momento de su inauguración ya contaba con luz eléctrica.

Contribuye a ser un hito de nuestros jardines públicos, el que se ubicase en un sector privilegiado del Parque El Prado, en una suave ladera hacia el Arroyo Miguelete.

La idea original de dotar a Montevideo de una rosaleda fue de Francisco Vidiella, como Presidente de la Junta Económico Administrativa, en 1907. Convocándose a Racine para ese trabajo desde el principio. Por falta de dinero fue postergándose su realización.

Racine proyecta un magnífico jardín de rosas, hoy muy bien conservado, punto de atracción de todos los montevideanos y visitantes que admiran la variedad de sus rosas, su color y su perfume, el placer de caminar por sus galerías y de sentarse alrededor de su fuente central. (fig. 7/8)

Al principio había una pequeña fuente que luego fue completada, tal como la disfrutamos hoy, por una glorieta circular.

Según el plano de Racine, la rosaleda es un rectángulo de 90 metros por 70 metros, formado por avenidas abovedadas y cúpulas de hierro en sus esquinas, inscripta en un óvalo de césped de 150 metros por 100 metros. 

El Arq. Eugenio Baroffio fue el encargado de las estructuras de las galerías y cúpulas de hierro.

Los jarrones fueron traídos de Europa.

Se plantaron 12.000 rosales de 800 clases. Cuatro clases de rosas blancas: Frau Karl Druschky, Gloire Lyonnaise, Margaret Dickson y Merveille des blanches; 5 clases de rosas rosadas: Max Ordefler, Mr. Jules Grolez, Mme. Bernezat, Clara Cochet y Magna Carta; 4 clases de rosas amarillas: Le progres, Contesse Buchard, Georges Schewartz  y Mme. Honoré Defresne; 5 clases de rosas muy oscuras; Imperor, Black Prince, Gloire de Bourge la Reine, Baron de Rostschild y Gloire de la Exposición de Bruselas; 4 clases de rosas coloradas: Georges Moreau, Emile Bordeaux, Mme. Schmidt y Souvenir de la Reine D´Angleterre; 1 de rosas verdes: Viridiflora; y por último 6 clases de rosas de flores muy grandes: Mildred Grant, Paul Neyron, Marechal Souchet y Mme Arthur Ogier.

En torno a la fuente los arcos de hierro (luego sustituidos por una pérgola) estaban engalanados con rosas Souvenir de Léonie Viennot. 

El 5 de noviembre 1913 cuando Theodore Roosevelt visita Montevideo, en una de sus recorridas, pasa por el rosedal e inmediatamente pide bajar del automóvil para recorrerlo. Allí lo acompaña Charles Racine quien le obsequia un ramo de las mejores rosas. [28]

En nuestro país, octubre y noviembre son los mejores meses para estas apreciadas flores. Como nuestro clima lo permite, en toda época del año puede encontrarse algún rosal en flor. Está abierta al público, sin rejas, es de uso irrestricto, todos los días y a toda hora. Las novias tienen por costumbre tomarse fotos allí el día de la boda, tal como he podido verlo, en las viñas de Montmartre o en las plazas de Roma.

Estar entre las rosas, ese es el espíritu del lugar que debemos mantener.

Hoy en no es raro que se organicen conciertos de música culta o popular.

La Rosaleda Juana de Ibarbourou, el Rosarium como lo llamaba Racine, fue desde su inicio y sigue siéndolo, una de las mayores atracciones montevideanas.

No todas las especies iniciales se mantienen, pero contamos con la suerte de que una familia de jardineros del Municipio de Montevideo, sigan encargándose de ella

Con el cargo de Capataz de la Rosaleda por muchos años estuvo Antonio Mores, a quien sucedió su hijo Oscar y luego su nieto Antonio. Una familia que fue transmitiendo sus conocimientos y su amor por las rosas de generación en generación. Caso difícil de encontrar en el Uruguay.

La rosaleda tiene su vivero propio.

Su trabajo para el Parque de la Escuela de Veterinaria (hoy Facultad de Veterinaria)

Por notas de prensa del año 1915, Racine fue encargado del plano y realización del parque que rodea la Escuela de Veterinaria (hoy Facultad de Veterinaria). El parque está muy descuidado, sin ningún mantenimiento, es casi irreconocible lo planteado en el plano original. (fig.9)

Su trabajo para el Vivero Nacional de Toledo

En 1915 se le encarga el plano y realización del Vivero Nacional de Toledo, lindante con el Cortijo Vidiella, donde había trabajado años atrás (fig.10)

El eje central, proyectado por Racine, era una gran avenida de 700 metros de largo por 20 metros de ancho. A los bordes alineamientos de Phoenix Canariensis.

Su trabajo para el Parque de la Colonia de Alienados

En 1913 también proyecta y realiza un gran parque de 164 hectáreas para la Colonia de alienados en Santa Lucía, cercana a Montevideo. No hemos encontrado documentación que señale que se realizó según el plano proyectado por Racine. (fig.11)

Según textos escritos a máquina, sin datos, del Archivo de la familia Racine, se menciona que el eje principal sería una avenida de 2100 metros de largo por 70 metros de ancho, bordeada de 4 filas de Phoenix canariensis y una franja engramillada central.

El camino de circunvalación tendría una longitud de 8 kilómetros por 30 metros de ancho, flanqueada de 4 filas de eucaliptos de diferentes especies.  

Otros trabajos públicos y particulares

Charles Racine realizó, al mismo tiempo que su obra pública, mucha obra particular, de la cual no puedo presentar documentación, por no tener archivos y solamente contar con informaciones de prensa muy parciales.

Por ejemplo, dirigió las plantaciones de la sede en Malvín de la Sociedad bascongada del Uruguay. No se informa si también hizo el plano, ni el año de la realización. Sin embargo es posible considerarlo un dato seguro porque está publicado por el mismo Boletín de la sociedad. [29]

Realizó y se puede decir que diseñó (por no haber otros profesionales aptos) las plazas principales de las ciudades de Melo, Dolores y Paysandú. (fig 12) [30]

En otra nota de prensa se menciona que hizo el parque sobre la ruta que lleva a la ciudad de Rosario.  Lo conocemos y no tiene un diseño que lo vincule con Racine, es simplemente una plantación de eucaliptos.

También las plazas montevideanas, Trouville y Gomensoro, muy modificadas actualmente, y de las cuales tenemos fotos tomadas de los álbumes del Archivo Familia Racine (fig.13).

Sobre el Parque de la Piedra Alta en la ciudad de Florida, aún hoy muy cuidado, tenemos la documentación que prueba el encargo de su proyecto y plantación, pero no sabemos si las plantaciones actuales responden a las previstas por Racine. (fig. 14)[31]

Visitando la casa quinta de un destacado político uruguayo, Luis Alberto de Herrera encontré un pequeño plano, para el jardín y huerto de su propiedad, firmado por Racine, y fechado en 1911. (fig.15)

De autoría de Racine fue el Parque Capurro, que tuvo gran auge hacia 1920, por su pista de patinaje. Hoy pasa por él una de las carreteras de acceso a Montevideo.

El jardín lateral de la Quinta de Ortiz de Taranco, sería de autoría de Racine. Tenemos el dato por referencias familiares de los Ortiz. Lo conocimos y fotografiamos hace años, hoy el diseño es irreconocible pues la caminería y los canteros están invadidos por la maleza.

Su trabajo para el Parque Nacional de Carrasco (hoy Parque Franklin Delano Roosevelt)

Cuando se aleja de la administración Municipal es contratado, inmediatamente, por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), en 1916, para la creación y plantaciones de un parque en terrenos lindantes con el departamento de Montevideo, por ese entonces, zona rural, hoy totalmente urbanizada.

Los terrenos eran resultantes de la donación de los herederos de Doroteo García.

El predio destinado a parque estaba conformado por 375 hectáreas de dunas que partían del Río de la Planta hasta una zona de bañados de otras 900 hectáreas y con la condición, por legado, de desecar los bañados. El terreno era un gran rectángulo de 1350 metros sobre la costa y 550 metros del lado de los bañados.[32]

Trabaja en esta ocasión conjuntamente con el Arq. Raúl Lerena Acevedo del MOP. Plantea un parque con caminos diferenciados para peatones, cabalgantes y autos, y otras varias instalaciones. (fig.16/17)

El diseño, al igual que todos sus otros parques, era según el estilo dominante del momento. Un camino de circunvalación de 8.600 metros de largo y 50 metros de ancho. Caminería curva de grandes ondas que se juntan o se distancian. Grupos de árboles sobre el césped y alineamientos de diferentes especies en las avenidas, caracterizándolas.[33]

La conexión con el centro de la ciudad era dificultosa y por malos caminos. Cuando la inauguración del Hotel Carrasco, del balneario homónimo, sobre el Río de la Plata, se pensó en aumentar los atractivos del Hotel y Balneario uniéndolos con el Parque. Se realizó esa conexión muchos años después.

El Parque de Carrasco acaparó la atención de la prensa montevideana desde su inicio hasta su inauguración y años después, era el gran parque del Uruguay, no solo de Montevideo.

De uno y otros artículos periodísticos recogimos informaciones variadas; de que muchos caminos estaban bordeados de eucaliptus y de álamos, que había una estupenda rotonda formada de sauces llorones. Se destacaba un pinar y un palmeral.

Uno de los tantos artículos periodísticos, hace mención de ya en el año 1928, estaban plantados 600.000 pinos (Pinus s/p), 34.000 sauces (salix s/p), 30.000 robles (quercus s/p), 50.000 álamos (Populus s/p), 20.000 acacias (Acacia s/p), los eucaliptos (eucaliptus s/p) eran de más de 24 especies, además de palmeras y ceibos (Erythrina s/p).[34]

Al no contar con documentos más precisos, no sabemos que especie de árboles exactamente fueron plantados por Racine. Actualmente tampoco hay un relevamiento botánico del parque.

Solo se hace mención del 1º eucalipto plantado, un “botriyoides”. Plantado el 6 de setiembre de 1916.[35]

Los edificios de la administración y viviendas para los peones, según el periodista eran dignos de admiración pintados de vivos colores se ubicaban entre macizos de flores.

Las construcciones de la administración, escritorio de Racine y vivienda del personal tenía techo de paja (construcción vernácula de nuestras viviendas campesinas) y paredes de junco por dentro, y por fuera de zinc, cubiertas de rosales y enredaderas.[36]

El parque fue habilitado al público recién en 1941, después de la muerte de Racine. Durante todos los años que llevó su diseño y plantación, muy dificultoso, por cierto, entre dunas y bañados, la prensa acompañó sucesivas visitas de autoridades.

Racine se negaba a que se abriera al público por miedo a los incendios que ya habían destruido parte de los árboles que con gran esfuerzo plantaba haciendo pozos en la arena. Sobre todo por el hecho de haberse asentado las dunas con tantos pinos, tan fáciles de arder.

Orden otorgada: Cruz de Caballero de la Legión de Honor

En 1934 recibe la Cruz de Caballero de la Legión de Honor, la cual le fue entregada en la Embajada de Francia el 24 de marzo de 1934[37][38]

El homenaje tuvo numerosas repercusiones en la prensa montevideana y de Dieppe.

Fallece el 19 de marzo de 1935, en el aviso mortuorio se cita a su esposa Maria Dessaux, sus hijos Armando, Germaine, Jorge y René y a sus hermanos ausentes, Enrique Racine y Lucia Racine de Lafosse.

Los diarios  de la ciudad de Dieppe se hacen eco de la noticia, lo que nos muestra que nunca perdió sus vínculos con su familia y su ciudad natal.[39]

Después de su muerte, sus amigos se movilizan para que el llamado Parque Nacional de Carrasco pasase a llamarse Charles Racine.

En 1935 y 36 se trata el proyecto de ley en la Parlamento Nacional.

También se pide que una calle del Barrio Unión de Montevideo, lleve el nombre de este franco uruguayo a quien tanto debe el ajardinado de nuestra ciudad en los principios del siglo XX y donde vivió con su familia tanto tiempo.

Finalmente, por ley, el 1º de diciembre se designa con el nombre de Racine la av. Central del parque.

En el archivo familiar encontramos recortes de periódico hasta 1946 reclamando la aplicación de esta ley.

Hoy se llama con su nombre una avenida frentista al parque.

Me parece interesante comentar también, los diferentes títulos asignados a este profesional, unas veces fue Ingeniero, otras Arquitecto paisajista o simplemente Paisajista.

No es rara esta confusión, tanto en la prensa como en los documentos de la época de actuación de Racine en el Uruguay, por cuanto, por cuanto no había estudios formales y por lo tanto tampoco título habilitante. Recién en 2008 se dictan los primeros cursos de la Licenciatura en Diseño de Paisaje, conjuntamente entre las facultades de Agronomía y Arquitectura. (Universidad de la República)

Los que trabajan, desde hace muchos años, como “paisajistas”, -entre los que me incluyo-, tenemos títulos universitarios de arquitectos o ingenieros agrónomos, y hemos completado nuestros estudios en el exterior, o en la educación informal.

Por esto último y como conclusión, quiero rendir homenaje a todos los franceses que trabajaron en el diseño del paisaje cultural en el Uruguay y que contribuyeron, gracias al conocimiento y reconocimiento de sus magníficas obras, seguir percibiéndolas con todos nuestros sentidos y nuestra complejidad de seres humanos. Algo imposible de lograr por intermedio de un libro o por internet.

Luego de la creación de la Facultad de Arquitectura, separándose de la de Ingeniería, donde hacia 1920 se dictaron cursos de arquitectura paisajística, egresaron profesionales que continuaron la obra de los franceses.

La época de oro de los espacios públicos ajardinados en el Uruguay puede situarse, sin dudas, entre el 1889 y aproximadamente el 1950. Gracias al esfuerzo pionero de grandes hombres de la política y la cultura que comprendieron la necesidad de dotar a Montevideo, y a todas las ciudades del país, de jardines para el ocio y el placer de todos los ciudadanos.

En mi opinión, Charles Amedé Marie Racine, un profesional poco conocido en el mundo y peor aún en el Uruguay, quien tanto trabajó y trabajó en silencio, pues fueron sus numerosos amigos los que salían a la prensa para elogiar y difundir su trabajo, por su modestia, por su sabiduría, merece una mayor atención para el mejor conocimiento y difusión de su obra.

A los jóvenes investigadores de hoy les dejo esa tarea.


 Notas

[1] MONTAÑEZ, Margarita. «Le Plan André pour Montevideo, projets et réalisations» en ANDRÉ, Florence y de COURTOIS, Stéphanie, (directoras). Edouard André (1840-1911).Un paysagiste botaniste sur les chemins du monde. Francia, Éditions de l´Imprimeur, 2001.

 

[2] MONTAÑEZ, Margarita. «Charles Thays y el paisaje urbano de Montevideo» en el VIII Encuentro de intervención en Ciudades históricas. Paisaje cultural. México, Publicación del Centro cultural de España en México, 2010.

 

[3] Op.cit. MONTAÑEZ, 2010

 

[4] PIVEL DEVOTO, J.E. «Introducción al Diario del Establecimiento de horticultura y aclimatación de Pedro Margat. 1846-1851». En Revista Histórica, Montevideo, 1977, año 7, tomo 50, volumen 148-150.

 

[5] JUNTA ECONÓMICO ADMINISTRATIVA. Memoria de la Dirección de Parques y Jardines correspondiente al año 1904, Montevideo, 1905.

 

[6] ALLAIN, Yves Marie y GROUARD, Roseline.  Museum National d´Histoire Naturelle. Service des Cultures. Paris, 2001.

 

[7] BERJMAN, Sonia. Plazas y Parques de Buenos Aires: La obra de los paisajistas franceses en Buenos Aires. 1860-1930, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1998.

 

[8] MONTAÑEZ, Margarita. «La rosaleda de Montevideo», en BERJMAN, Sonia y DI BELLO, Roxana. El rosedal de Buenos Aires 1914-2009, Buenos Aires, Publicación de la Fundación YPF, 2010.

 

[9] MONTAÑEZ, Margarita, “Actuación de técnicos paisajistas franceses en el Uruguay”.  en revista DANA, Documentos de Arquitectura nacional y americana, 1993, Instituto argentino de investigaciones de historia de la arquitectura y el urbanismo, Resistencia, Chaco, Argentina, Nº 33 y 34.

 

[10] Los documentos enviados de Dieppe, son fotocopias de muy mala calidad, por lo cual no podemos fijar con seguridad las fechas de nacimiento de padres y hermanos de Charles Racine.

 

[11] «Nuestro homenaje al prestigioso Arquitecto-Paisajista don Carlos Racine», en Euskal Erria, Revista quincenal baskongada del Uruguay, Montevideo, 1º de febrero de 1925, Nº 466.

 

[12] Societé de Travaux Publiques & Constructions, «Certificat»Paris, 1887. [Certificado de trabajos realizados en el Ismo de Panamá (Colombia)].

 

[13] Revista de la Asociación Rural, Montevideo, 1890, Año XIX, Nº 3, [Afiche de propaganda del Cortijo Vidiella].

 

[14] Policía de seguridad, Sucre, Bolivia, 1895 [Certificado de trabajos de Carlos Racine para el Sr. Argandona.

 

[15] [Chivicini] Bolivia [189?]  Contrato entre la Sra. de Castagné y el Sr Carlos Racine, por 5 años, en su huerta de Chivicini, Bolivia [Documento parcial del archivo de la familia Racine].

 

[16] Concejo Departamental, República de Bolivia, La Paz. 1895 [Nombramiento como Conservador del Parque de la Plaza 16 de Julio].

 

[17] Thays, Carlos. «Punta Ballena. Notas e impresiones» [El siglo]. Montevideo, 1904.

 

[18] Junta E. Administrativa. Dirección de Parques y Jardines. Montevideo, 1902, 23 de agosto [Nombramiento como Jardinero Jefe del Jardín Botánico y embellecimiento y cuidado del Parque Urbano].

 

[19] PONTAC, M. Ferdinand. «La obra de don Carlos Racine. El Prado». En Boletín Informativo mensual de la Asociación pro-fomento. Atahualpa, Paso del Molino y Prado. Montevideo, 1946.      

 

[20] «Por los viveros del Prado», en El Día, Montevideo, 1911.

 

[21] Junta E. Administrativa. Dirección de Parques y Jardines. Montevideo, 1902, 31 de octubre [Nombramiento para el trazado de un parque y jardines en una propiedad de la Comisión Nacional de Caridad y Beneficencia en Punta Carretas].

 

[22] Intendencia Municipal de Montevideo, Sección Parques y Jardines,Montevideo, 1906 [Nombramiento como Encargado interino de la Administración del Prado].

 

[23] Ibid. Montevideo. 1912 [Nombramiento como Jefe Técnico de la Sección Parques y Jardines].

 

[24] Ibid. Montevideo, 1912 [Se acepta la renuncia al cargo de Jefe Técnico de Parques y Jardines].

 

[25] Légation de la Republique française en Uruguay. Montevideo, 1912 [Nombramiento como Chevalier du Merite Agricole].

 

[26] «Una merecida recompensa». El Plata. Montevideo, 1912, 11 de setiembre.

 

[27] «Fiestas de primavera, la exposición de floricultura y el Rosarium, La batalla de las flores». Diario del Plata, Montevideo, 1912, 16 de noviembre. [prácticamente toda la prensa montevideana, desde su creación presenta artículos altamente elogiosos sobre la rosaleda y su creador, imposibles de enumerar aquí].

 

[28] «En el Rosarium», El Siglo, Montevideo, 1913, 5 de noviembre.

 

[29] «Nuestro homenaje al prestigioso Arquitecto-Paisajista Don Carlos Racine» Euskal Erria Revista quincenal baskongada del Uruguay, Montevideo, 1925, 1º de febrero, año XIV, Nº 466.

 

[30] El Día suplemento dominical, Montevideo, 25 de setiembre de 1960, 25 de setiembre. 

      Baluarte, Dolores, 1935, 27 de marzo.

 

[31] Documentos del Archivo familia Racine. Croquis parciales del parque.

 

[32] «La obra de don Carlos Racine. El Parque Nacional de Carrasco» Boletín informativo mensual de la Asociación Pro Fomento de los Barrios Atahualpa, Paso del Molino y Prado. Montevideo, 1946, julio, Nº 3.

 

[33] Tabaré, «Con nuestros hombres de progreso» El Pueblo, Montevideo, 1922, 21 de octubre.

 

[34] «En los médanos de Carrasco» Diario Del Plata, Montevideo, 1928, 10 de marzo.

 

[35] El Día, Montevideo, 1935, 28 de abril.

 

[36] El Pueblo, Op.Cit.

 

[37] Documento de Archivo familia Racine.

 

[38] El Debate, Montevideo, 24 de marzo de 1934.

      El Pueblo, Montevideo, 25 de marzo de 1934 (tiene foto del homenaje, C. Racine rodeado de su familia, amigos y personal diplomático)

      L´Impartial de Dieppe, Dieppe, 5 de marzo de 1934.

     “La Vigie”. [Dieppe]Recorte de prensa del Archivo familia Racine, sin datos.

 

[39] Archivo Familia Racine.

 


BIBLIOGRAFIA CH. RACINE

Baluarte, Dolores, 1935, 27 de marzo.

BERJMAN, Sonia. Plazas y parques de Buenos Aires: la obra de los paisajistas franceses en Buenos Aires. 1860-1930, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1998.

El Debate, Montevideo, 24 de marzo de 1934.

El Día, Montevideo, 1935, 28 de abril.

El Día suplemento dominical, Montevideo, 25 de setiembre de 1960, 25 de setiembre.

El Pueblo, Montevideo, 25 de marzo de 1934.

«En el Rosarium», El Siglo, Montevideo, 1913, 5 de noviembre.

«En los médanos de Carrasco» Diario El Plata, Montevideo, 1928, 10 de marzo.

«Fiestas de primavera, la exposición de floricultura y el Rosarium, La batalla de las flores». Montevideo, Diario El Plata, Montevideo, 1912, 16 de noviembre.

Junta Económico Administrativa. Memoria de la Dirección de Parques y Jardines correspondiente al año 1904, Montevideo, 1905.

«La obra de don Carlos Racine. El Parque Nacional de Carrasco» Boletín informativo mensual de la Asociación pro fomento de los barrios Atahualpa, Paso del Molino y Prado. Montevideo, 1946, julio, Nº 3.

La Vigie. [Dieppe] sin datos.

L´Impartial de Dieppe, Dieppe, 5 de marzo de 1934.

MONTAÑEZ, Margarita. «Le Plan André pour Montevideo, Projets et Realizations», en André, Florence y de Courtois, Estéphanie, (directoras). Edouard André (1840-1911). Un paisajista botaniste sur les chemins du monde. Francia, Éditions de l´imprimeur, 2001.

MONTAÑEZ, Margarita. «Charles Thays y el paisaje urbano de Montevideo», en el VIII Encuentro de Intervención en ciudades históricas. Paisaje cultural. Publicación del Centro cultural de España en México, México, 2010.

MONTAÑEZ, Margarita. «La rosaleda de Montevideo», en Berjman, Sonia y Di Bello, Roxana. El Rosedal de Buenos Aires 1914-2009, Publicación de la Fundación YPF, Buenos Aires, 2010.

MONTAÑEZ, Margarita. «Actuación de técnicos paisajistas franceses en el Uruguay».  en revista Dana, Documentos de Arquitectura Nacional y Americana, Nº 33/34, Instituto argentino de investigaciones de historia de la arquitectura y el urbanismo, Resistencia, Chaco, Argentina, 1993.

«Nuestro homenaje al prestigioso Arquitecto-Paisajista don Carlos Racine», Euskal Erria, Revista quincenal Baskongada del Uruguay, Montevideo, Nº 466, 1º de febrero de 1925.

PIVEL DEVOTO, J.E. «Introducción al Diario del Establecimiento de horticultura y aclimatación de Pedro Margat. 1846-1851. En Revista Histórica, Montevideo, 1977, año 7, tomo 50, volumen 148-150.

PONTAC, M. Ferdinand. «La obra de don Carlos Racine. El Prado». En boletín informativo mensual de la Asociación pro-fomento Atahualpa, Paso del Molino y Prado. Montevideo, 1946.

«Por los viveros del Prado», en El Día”, Montevideo, 1911.

Tabaré, «Con nuestros hombres de progreso» El Pueblo, Montevideo, 1922, 21 de octubre.

Thays, Carlos. “Punta Ballena. Notas e impresiones” [El Siglo]. Montevideo, 1904.

«Una merecida recompensa». El Plata. Montevideo, 1912, 11 de setiembre.

           


 

ILUSTRACIONES, OBRAS Y PROYECTOS CH. RACINE

 

JARDIN BOTÁNICO - TALLERES

JARDIN BOTÁNICO INVERNACULOS

JARDIN BOTÁNICO

Fotografías del Jardín Botánico. Album de Archivo familia Racine. Año 1913


 

PARQUE URBANO (hoy RODÓ)

Fotografía del Parque Urbano (hoy Rodó). Ibid.


 

PL

Plaza San Agustín (hoy Plaza Cipriano Miró) diseño de Louis Ernest Racine. Ibid.


 

ROSALEDA - casa del guardián

ROSALEDA

Fotografías de la Rosaleda. Ibid.


 

ESCUELA DE VETERINARIA

Plano del Parque de la Escuela de Veterinaria. «En la Escuela de Veterinaria» El Siglo, Montevideo, 1915, 23 de mayo


 

VIVERO N

Plano del Vivero Nacional de Toledo. «En el Vivero Nacional de Toledo» El Día. Montevideo, 1915, 22 de octubre


 

PARQUE CPlano del Parque de la Colonia de Alienados de Santa Lucía. «En la Colonia de Alienados» El Día, Montevideo, 1915, 12 de diciembre.  Tomado del archivo de la familia de Racine, sin especificar publicación ni fecha.


 

PLANO PARQUE de la PIEDRA ALTAPlano de la Piedra Alta, Florida.

PLAZA DE MELOProyecto.  Plaza de Melo, Cerro Largo.

PLAZA GOMENSOROFotografía de la Plaza Gomensoro, Montevideo. Archivo familia Racine, 1913.


 

PLANO DE JARDIN Y HUERTA DE HERRERAPlano del Jardín y Huerta de la quinta de L.A. de Herrera, Prado. Archivo Particular


 

PLANO DEL PARQUE de CARRASCOPlano del Parque de Carrasco (hoy Parque Roosevelt). «El Parque de Carrasco» El Día, Montevideo, 1916, 12 de agosto.

PRIMERAS PLANTACIONES en el PARQUE de CARRASCOPrimeras plantaciones en el Parque de Carrasco. Album de Archivo Familia Racine.


DOCUMENTOS INÉDITOS PERTENECIENTES A CH. RACINE,

tomados del archivo particular de la familia Racine

 

i) Partidas de nacimiento de los hermanos de Racine, enviados desde la Ville de Dieppe (Francia), por contacto de la autora del presente blog con la Asistente de Conservación de la Mediateca Centro Jean Renoir, Salima Dejavoye- Aubry (1997):

 familia 1

familia 2

familia 3

familia 4

familia 5

familia 6

familia 7

familia 7 i

familia 8

 ii) Reconocimientos a Ch. Racine: 

Chevalier 1

Chevalier 2

Legion 1

iii) Biografía de Ch. Racine, - reconocimiento expreso de su hija Germaine-, de que se trata de la letra del paisajista, permitida su copia, a la autora del presente blog en 1989:

biografia 2

biografia 3

biografia 4

biografia 5

biografia 6

biografia 7

biografia 8

biografia 9

iv) Reconocimiento desde la Cámara de Senadores, Uruguay, 1946:

biografia 10 senado


 

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Commentaires
A
Excelente post. Notable material para conocer el trabajo de los que hicieron historia en el Paisajimo uruguayo, de los que no se encuentra información accesible y de tan buena fuente, de origen, inédito. Agradezco a la investigadora el compartir su conocimiento.
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